La Casa Club de la Aviación Civil Dominicana

El licenciado Marino Collante, director ejecutivo del Departamento Aeroportuario, debe ponderar serenamente esta propuesta que modestamente le hacemos por este medio de comunicación.

Se trata de la construcción de lo que sería la Casa Club de la Aviación Civil Dominicana. La misma constaría de dos instalaciones, una con fines deportivos y la otra con propósitos recreativos.

Las instalaciones deportivas estarían localizadas en los inmensos terrenos baldíos con los cuales cuenta el Departamento Aeroportuario en el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez; esto es, en la vía que conduce a las oficinas principales del Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC), y al Edificio Norge Botello y la Academia Superior de Ciencias Aeronáuticas (ASCA) del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).

Nos luce que el espacio sería adecuado para canchas de baloncesto, voleibol, tenis, piscina olímpica, tenis de mesa, un área para caminar o trotar alrededor del extenso terreno; al igual que un bien equipado gimnasio. De igual modo, se podría contemplar la construcción de un estadio de softball; aunque para ello fuera necesario disponer de un poco más de terreno adyacente.

En cuanto a las áreas recreativas, las mismas se podrían ubicar en el desaparecido Club de Dominicana de Aviación, localizado muy cerca del Aeropuerto Las Américas. Esa propiedad pertenece al Estado Dominicano y se podría lograr que el Poder Ejecutivo la ceda para estos fines.

Allí podría emplazarse un comedor de alta gastronomía y un elegante salón para eventos, así como cafetería, bar y hasta una pequeña discoteca; todo esto a precios muy asequibles. También una piscina y un área de juegos para niños.

De lograrse esto, mejoraría la calidad de vida de la gran comunidad de la aviación dominicana y sus familiares, ya que sólo los controladores aéreos cuentan con su propio club; y, sin ánimo de herir susceptibilidades, no es un secreto que estos profesionales prefieren vivir en su “locus amoenus”.

Aunque nuestra idea va dirigida al Departamento Aeroportuario, se podrían integrar para la ejecución de este proyecto al IDAC, CESAC y a la Junta de Aviación Civil (JAC), negociando afiliaciones en base a inversiones realizadas.

También se lograrían acuerdos con otras entidades gubernamentales que tienen personal laborando en los aeropuertos, los operadores de aeropuertos, líneas aéreas, y toda empresa del sector aeroportuario; a los fines de que sus empleados puedan afiliarse, con el compromiso de hacer los descuentos por nómina de las membrecías y los créditos otorgados por consumo.

Ahora, el tema más espinoso. ¿Quién administraría estas instalaciones? Entendemos que la misma debería tener personería jurídica propia y manejarse como lo hacen los demás clubes sociales del país; con la condición que los bienes aportados por las instituciones del Estado no puedan ser vendidos, hipotecados ni traspasados.

En consecuencia, debería tener su propia administración, quien deberá rendir cuentas a todos los socios, donde debería primar la transparencia; pero es mejor no adelantarse a la pelota, y mejor dejar que en su momento estas cosas sean analizadas por los abogados.


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