En la aviación nacional resurge la esperanza

Por: Alfredo Hernández Paz

Corría el 1978 mes de noviembre, aeropuerto de las Américas vuelo 904 (SDQ-JFK) mi primer vuelo.. mi primera cita con uno de los amores de mi vida; la aviación (los otros son Dios, mi esposa, mis nietos y mis hijos , mis alumnos) fue amor a primera vista. Muchos años han pasado, pero siempre más enamorado.

Durante muchos años pude vivir mis sueños, una carrera aventurera! Veía mis compañeras Azafatas y mis compañeros pilotos como volábamos todos a tierras muy lejanas … tripulación Dominicana. Después del cierre de CDA (motivo de otro artículo) la aviación en aviones comerciales grandes todas las esperanzas se desvanecieron en el tiempo.

Hoy recuerdo como jóvenes pilotos de Herrera miraban a Dominicana de Aviación como su meta pero un gran letargo y desesperanza se apodero de ellos por muchos años y vieron fracasar muchos intentos de apertura, pero sin éxito alguno, Pero por fin Llego PAWA!.

Empezamos a ver luz al final del túnel! Renacía con su llegada otra oportunidad de que volver a volar con una línea bandera, por la iniciativa de inversionistas venezolanos con experiencia en aviación, miraron a nuestro país y decidieron invertir su dinero además de sus capacidades en nuestra tierra. Con este empuje empecé a visualizar al República Dominicana de nuevo, realizando vuelos internacionales en aeronaves grandes y latió mi corazón , tuvimos fe y retorno la esperanza en mí, no pude evitar transpórtateme nuevamente a mis inicios la emoción me invadió.

Estar en ese primer de PAWA, una sensación indescriptible sentí para mí uno de los mejores momentos de mi vida. En ese momento entendí que asumía inconscientemente uno de los mayores compromisos de mi vida que era apoyar a PAWA en mi humilde condición de Dominicano, por lo que significa, para un país y mas una isla, contar con una aerolínea bandera.

Cual ha sido mi motivación? Volver a ver pilotos, tripulantes de cabina, mecánicos y demás empleados Dominicanos vivir la experiencia que yo ya viví. Que los pasajeros sean tratados con amor, no como un deber, sino con amor y dignamente por nuestras azafatas y sobrecargos dominicanos.

Ver jóvenes de diferentes pueblos, donde solo en películas y en sus sueños veían el glamour de ser tripulantes cumpliendo y viviéndolo!! Ya es más que suficiente para mí , ver amigos y conocidos sentándose a la derecha en la cabina de mando con su kepí, es motivo de alegría para mí, ver tantas personas dominicanas 97% trabajar en una línea aérea nuestra y en crecimiento , es más que suficiente …para mí. No es todo lo que quisiera, pero es un inicio, les aseguro que pronto tendremos pilotos al mando, dominicanos. Como ya todos los jefes de cabina y tripulación de cabina son dominicanos.

Solo los que vemos en los ojos de nuestra juventud esa chispa de esperanza que se había perdido, ese es mi pago. Me siento comprometido con la Aviación de mi país y ayudó humildemente en lo pueda.

Tenemos muchos profesionales de la aviación en la República Dominicana todos de muy alta calidad y estamos preparando la nueva generación, mi prioridad es la gente , los pasajeros , mi país nuestra juventud que nunca había volado.. ahora vuelan!

Sigamos trabando, volvemos a comer mangú abordó!! Con la sonrisas de nuestros tripulantes!

Sobre el autor: Alfredo Hernández es tripulante de Cabina desde el 1978 y único instructor de TC con licencia aeronáutica, pionero de los centros aeronáuticos y CEO de Tripulantes formadores de tripulantes de cabina de alto nivel.


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