EEUU declara que Hong Kong ya no goza de la autonomía prometida por China

Por: Pablo Pardo, Corresponsal
@PabloPardo1

Washington.- Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que China ha violado el acuerdo alcanzado con Gran Bretaña en 1984 en virtud del cual el sistema económico y político de la ex colonia británica se mantendría hasta el año 2047.

Así lo declaró ayer el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, al anunciar que “considerando los hechos sobre el terreno, ninguna persona puede afirmar razonablemente que Hong Kong mantiene un alto grado de autonomía en relación a China”.

Por consiguiente, la ex colonia británica “no merece el tratamiento [que está recibiendo] de Estados Unidos”, según las palabras de Pompeo. Eso abre la puerta a sanciones económicas y diplomáticas a los dirigentes de la República Popular China y, lo que es más relevante, al final del estatus privilegiado que Hong Kong y sus ciudadanos han tenido en Estados Unidos en los 22 años transcurridos desde que China recuperó la soberanía sobre el territorio tras un siglo y medio de colonización británica.

Hong Kong es una de las plazas financieras más importantes del mundo. Su divisa, el dólar hongkonés, está fijada al dólar estadounidense, no al renminbi chino, y a través de ese mercado las empresas chinas acceden a financiación internacional y las extranjeras emiten deuda en renminbis, algo que es imposible en China debido a las restricciones al libre cambio de la moneda china. La cotización del renminbi, que en China está estrictamente controlada por el Gobierno, es libre en Hong Kong.

La ciudad tiene la tercera mayor bolsa de Asia, tras Shanghái y Tokio, y es un mercado favorito de las grandes empresas de materias primas, como la suiza Glenxore y, sobre todo, la mayor petrolera del mundo, la saudí Aramco. Hong Kong es también el cuarto mayor mercado de divisas del mundo, después de Londres, Nueva York, y Singapur. El banco más grande de Europa, el británico HSBC (las siglas de ‘Banco de Hong Kong y Shanghai’), ha estado tradicionalmente muy vinculado a la ciudad, hasta el punto de que hace poco más de una década que trasladó desde allí su cuartel general a Londres.

Serias consecuencias

Así pues, las declaraciones de Pompeo tienen consecuencias serias. Pero no en el corto plazo. Por ahora, y con la Covid-19 sepultando al mundo en una depresión como no se ha visto desde los años treinta, parece improbable que Estados Unidos vaya a tomar medidas contra China, aunque ayer en Washington no se descartada algún acto más bien simbólico, como la prohibición de entrada en Estados Unidos a algún alto funcionario chino. En el futuro, sin embargo, esto puede provocar grandes cambios económicos y geopolíticos.

La base legal de la decisión de Pompeo está en la Ley para los Derechos Humanos y la Democracia de Hong Kong, aprobada el año pasado por Estados Unidos como consecuencia de las masivas manifestaciones en favor de la democracia que se produjeron en Hong Kong a medida que las autoridades chinas iban estrechando el cerco sobre la autonomía y las instituciones de la ciudad. Esa norma exige que el presidente de Estados Unidos “certifique” con carácter anual que el territorio mantiene su autonomía en relación a China, como quedó pactado cuando Gran Bretaña realizó la retrocesión del territorio a Pekín en 1997.

La semana pasada, el Gobierno de Xi Jinping anunció que va a aprobar una nueva ley recortando drásticamente las libertades y el derecho de asociación en Hong Kong. Además, la disputa se sitúa en el contexto, más amplio, de las tensiones entre Estados Unidos y China por disputas comerciales y por el supuesto uso por parte del Gobierno de Pekín de sus empresas tecnológicas para desarrollar sistemas de espionaje electrónico y de control de la economía de Washington y sus aliados.

Fuente: https://www.elmundo.es/


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