Desorden del tránsito en los barrios parece no importarle a la DIGESETT

Mientras que los miembros de la Dirección General de Seguridad de Tránsito Terrestre (DIGESETT) hacen acto de presencia en algunas de las principales vías de la ciudad, las calles de los barrios permanecen a sus suertes.

Puesto que es evidente el gran desorden que prevalece en el seno de los barrios, un caso es el del sector de Alma Rosa I, donde podemos observar a diario como se violentan las normas de tránsito sin que los infractores sean sancionados como lo rige la ley.

En tal sentido, parecería que la Ley 63-17 que regula el tránsito terrestre y la seguridad vial tiene un accionar restrictivo, ya que los miembros de la entidad reguladora no accionan en las entrañas de los barrios, un mal que creíamos que sería superado cuando desapareció la Autoridad Metropolitana del Transporte Terrestre (AMET).

Del mismo modo, sólo basta con tener un poco de creatividad como la tienen aquellos que siguen su propia ley, y se atreven a colocar señalizaciones de tránsito bajo su mejor parecer; naturalmente, sin contar con los permisos necesarios.

Pero en otros casos se da una modalidad que vemos constantemente, y es la de alteración de la vía pública, acción que es sancionada por la ley, en donde nos topamos con un congestionamiento en un lugar donde no debería, a causa de que en establecimientos y negocios, sus propietarios han tomado la decisión de indicar a sus usuarios que deben estacionarse de forma transversal al sentido de la vía, disminuyendo con esto el espacio entre los carriles.

Está práctica es normal verla en los talleres de mecánica, los dealers de vehículos, los puestos de ventas de comidas, lavaderos improvisados, ect. En algunos casos hasta los colegios privados son partícipes de estas acciones. Resultando más perjudicados los peatones que arriesgan sus vidas cuando deben tomar las calles, ya que las aceras son ocupadas por los “infractores certificados”.

Lo penoso de todo esto es, que la DIGESETT ha mostrado no tener interés en poner orden en las zonas urbanas, porque es notoria la ausencia de estos y cuando son vistos es como usuarios de las vías.

Podemos aconsejar que la presencia activa de los miembros de la DIGESETT, en los barrios pudiera ir creando conciencia en los conductores, porque “la educación inicia desde el hogar”, en este caso los barrios representarían el hogar de los conductores y la entidad reguladora la educación.


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