YF-118G: el avión olvidado que revolucionó la tecnología furtiva

A pesar de su apariencia inestable, el avión carecía de cola y parecía requerir correcciones computarizadas para volar, aunque era sorprendentemente aerodinámico y capaz de volar sin asistencia gracias a un arco similar al del SR-71 Blackbird.

El YF-118G “Bird of Prey” fue un avión innovador que sirvió como base para futuras aeronaves furtivas.

El desarrollo del YF-118G en la década de 1990

El Boeing YF-118G “Bird of Prey” fue un avión innovador desarrollado en la década de 1990 como un demostrador de tecnología furtiva. El YF-118G, apodado Ave de Presa, es uno de los diseños de aviones más inusuales jamás creados. Este proyecto, llevado a cabo en la década de 1990, era un “proyecto negro” destinado a demostrar nuevas tecnologías furtivas.

Con un presupuesto de apenas 67 millones de dólares, el proyecto resultó ser relativamente económico en comparación con otros de su tipo. Solo se construyó un YF-118 y nunca estuvo destinado a la producción en masa, sirviendo en cambio como un paso intermedio hacia el desarrollo del vehículo de combate no tripulado X-45. El YF-118G estuvo en operación desde 1992 hasta 1999 y fue probado en el Área 51, el sitio más apropiado para un avión con una apariencia tan fuera de lo común.

Este avión incorporaba la tecnología más avanzada de la época en un fuselaje de diseño extremadamente peculiar. Su borde de ataque era afilado como una lanza, con una cabina de burbuja posicionada hacia adelante. La entrada de aire, en forma de chevron, estaba situada detrás de la cabina. Las alas, cortas y ubicadas en la parte trasera del fuselaje, se curvaban dramáticamente, asemejándose a las alas de un pájaro en vuelo.

Características técnicas y rendimiento del YF-118G

A pesar de su apariencia inestable, el avión carecía de cola y parecía requerir correcciones computarizadas para volar, aunque era sorprendentemente aerodinámico y capaz de volar sin asistencia gracias a un arco similar al del SR-71 Blackbird. No obstante, a pesar de ser aerodinámicamente estable, el manejo del YF-118 no era excepcional.
El avión no fue diseñado para su maniobrabilidad, sino para llevar la tecnología furtiva de próxima generación al siguiente nivel, según Brandon J. Weichert. Esta misión fue cumplida con éxito y el YF-118 sigue siendo reconocido por entusiastas de la aviación y la Fuerza Aérea como un avión revolucionario.

El YF-118 tampoco fue concebido para alcanzar altas velocidades, con una máxima de solo 480 kilómetros por hora y un techo operativo de 6.000 metros, lo que lo hacía comparable a algunos modelos de turbohélice en términos de rendimiento. Contaba con un motor a reacción, un turbofán Pratt & Whitney JT15D-5C, que proporcionaba 1.400 kg de empuje.

Legado e impacto del YF-118G en la aviación moderna

Lo más significativo es que el YF-118 demostró con éxito las capacidades furtivas que se desarrollarían a lo largo del siglo XXI. “No cabe duda de que el F-35 Lightning II actual incorpora lecciones cruciales aprendidas del diseño del YF-118G”, afirmó Weichert.

Aunque el YF-118 nunca se produjo en masa, su legado perdura en muchos de los aviones furtivos desarrollados posteriormente. La tecnología y las innovaciones introducidas por el YF-118G influyeron directamente en el desarrollo de aeronaves modernas y en el enfoque de la furtividad en la aviación militar.

En conclusión, el YF-118G “Bird of Prey” sigue siendo una pieza fundamental en la historia de la tecnología furtiva, demostrando que incluso los proyectos más discretos pueden tener un impacto duradero y significativo en la industria aeronáutica.

El YF-118G y su contribución a futuros desarrollos

La importancia del YF-118G radica en su capacidad para demostrar conceptos que se utilizarían en futuros aviones de combate. Su diseño y tecnología fueron precursoras de aeronaves más avanzadas y eficientes en términos de furtividad y rendimiento.

El proyecto del YF-118G también mostró cómo se puede lograr la innovación con presupuestos relativamente bajos, lo que es un ejemplo de eficiencia en el desarrollo de tecnología militar. La colaboración entre ingenieros y expertos en tecnología furtiva durante este proyecto sentó las bases para futuros éxitos en la aviación militar.

Finalmente, la historia del YF-118G subraya la importancia de los programas de demostración y pruebas en la evolución de las capacidades militares, asegurando que las fuerzas armadas mantengan una ventaja tecnológica sobre posibles adversarios.

Fuente: https://israelnoticias.com/


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