Y la educación vial ¿pá cuándo?

El anuncio de que el Gobierno impulsará un Plan Estratégico Nacional para la Seguridad Vial al 2030, con apoyo de una alianza público- privada para la implementación del Programa Nacional de Inspección Técnica Vehicular (ITV), es importante, toda vez que el mismo contenga respuestas de manera integral para una situación que se ha desbordado, en lugar de mejorar.

Con la implementación de la ITV pretenden atacar directamente uno de los factores que inciden en los siniestros de tránsito en el país, puesto que un 60% de los accidentes ocurren por fallas mecánicas y malas condiciones de los vehículos.

Para poner en marcha esta inspección se habla de la habilitación de 30 centros (CITV) y cuatro unidades móviles distribuidas a lo largo del país. Las autoridades encargadas de visualizar acciones en torno a esta problemática, deben acelerar la marcha para poder cumplir con la misión que se ha planteado República Dominicana de reducir los accidentes de tránsito en un 30%.

El hecho de inspeccionar las condiciones de los vehículos es importante y puede ayudar a prevenir muertes y hospitalizaciones por siniestralidades viales, pero qué ha pasado con un anuncio que concitó la atención de la ciudadanía ante el inicio de las operaciones del INTRANT y la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.

No podemos atacar la problemática del tránsito y las muertes por siniestros si dejamos de lado la educación vial, cambiar el chip con el que ha operado el conductor dominicano, debe ser una prioridad para que tengan sentido los demás pasos que se ejecutan desde las instancias acreditadas.

Se habló de una alianza entre el Ministerio de Educación y el INTRANT para capacitar profesores que pudieran encargarse de impartir esta materia luego de introducirla en el currículum estudiantil en la etapa inicial.

Si queremos lograr la meta de reducir en un 30 por ciento las muertes por siniestros, que los lesionados por accidentes no sean una carga para el Estado, como lo señalan los datos, -en el período 2016-2020 representó el 2.21% del PIB-, hay que plantearse seriamente educar una nueva comunidad de conductores, pero ese proyecto aún no arranca, no sabemos qué pudiera faltar, mientras, perdemos un tiempo valioso.

La ciudad de Santo Domingo registra 2.6 incidentes de tráfico por hora en promedio, cifras alarmantes, necesitan de acciones contundentes e integrales que todos debemos apoyar.

Fuente: https://www.elcaribe.com.do/


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