Viking Grace será primer crucero del mundo propulsado por gas natural licuado (GNL)
Turku (Finlandia).- Más de mil operarios trabajan a contrarreloj en los astilleros STX de Turku (suroeste de Finlandia) para completar la construcción del Viking Grace, el primer crucero del mundo propulsado por gas natural licuado (GNL), antes de su viaje inaugural previsto para el próximo 13 de enero.
La actividad es frenética a bordo de este barco encargado por la naviera finlandesa Viking Line, y el aparente caos reinante hace pensar al visitante que el buque no estará terminado a tiempo, pese al optimismo de la compañía contratista, que ya ha vendido buena parte de los pasajes para su primera singladura.
El nuevo barco cubrirá la ruta que une Turku con Estocolmo, la capital de Suecia, haciendo una corta escala en las islas à land, lo que permitirá a la naviera incrementar su facturación vendiendo productos libres de impuestos (tax-free), gracias al régimen fiscal especial del archipiélago autónomo.
Con sus 218 metros de eslora, 32 de manga y sus 57.000 toneladas, el Viking Grace tiene capacidad para 2.800 pasajeros, 200 coches y una media de 70 tráiler de mercancías.
Sus dimensiones son relativamente modestas comparadas con los 361 metros de eslora y las 225.000 toneladas de los dos cruceros más grandes del mundo, el ‘Oasis of the Seas’ y el ‘Allure of the Seas’, construidos en los mismos astilleros finlandeses para la naviera Royal Caribbean.
Sin embargo, el nuevo buque, cuyo coste alcanza los 240 millones de euros, superará a los dos colosos del mar en eficiencia energética y respeto medioambiental, al reducir las emisiones de gases contaminantes gracias al uso de gas natural licuado (GNL) como combustible.
‘Con sus motores impulsados por GNL, el diseño hidrodinámico de su casco y la nueva tecnología de insonorización, el Viking Grace será el barco de pasajeros más ecológico y silencioso del mundo construido hasta la fecha’, afirma a EFE Kari Granberg, directivo de la naviera finlandesa.
La regulación marítima internacional que entrará en vigor en los próximos años exige importantes recortes en la emisión de gases contaminantes que obligarán a las compañías navieras a utilizar carburantes alternativos o bien a instalar depuradoras de gases de escape.
La Unión Europea (UE) ha ido aún más allá y aprobó recientemente una directiva para que los buques que operan en regiones especialmente sensibles, como el Mar Báltico, reduzcan el contenido de azufre de sus combustibles desde el 1 % actual hasta el 0,1 % antes de finales de 2015.
‘La nueva normativa marítima internacional es muy estricta y va a suponer fuertes inversiones para las compañías navieras, pero merece la pena porque se trata de la salud de la gente. Las emisiones de gases contaminantes del sector naval provocan más de 40.000 muertes al año sólo en Europa’, señala Granberg.
En su opinión, el gas licuado es el combustible marítimo del futuro, ya que prácticamente elimina las emisiones de óxido de azufre y permite reducir un 88 % las de óxido de nitrógeno y un 15 % las de dióxido de carbono (CO2) respecto al fuel pesado.
‘Nuestro objetivo era alcanzar las cero emisiones en el Viking Grace, pero como técnicamente no es posible, hemos apostado por el gas natural, un combustible muy ecológico y del que existen grandes reservas en todo el mundo’, afirma.
El nuevo crucero dispone de dos grandes tanques en la popa que permiten almacenar hasta 160 toneladas de GNL, suficientes para cubrir el viaje diario de ida y vuelta entre Turku y Estocolmo durante tres días sin repostar.
Además, en caso de necesidad los motores pueden ser alimentados también con fuel pesado o diesel de uso marino, por lo que podría seguir navegando aunque surjan problemas con el suministro de gas.
De momento, el gas licuado no supone ningún ahorro porque su precio es similar al del fuel pesado, pero Granberg confía en que en el futuro no sólo será una alternativa más ecológica, sino también más económica.
Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/