Uso del cinturón de seguridad reduce a la mitad las posibilidades de morir

Buenos Aires.- El cinturón de seguridad es un dispositivo indispensable para salvar vidas. Sin embargo, casi la mitad de los conductores no lo utiliza.

A pesar de que en sus comienzos tuvo muchas trabas, el cinturón terminó siendo el mayor elemento de seguridad en la historia de la industria automotriz. Tras soportar el relego como dispositivo, por suponer que el automóvil de por sí ya era seguro, los accidentes de tránsito finalmente dejaron al descubierto la necesidad de este elemento.

El uso del cinturón de seguridad reduce la posibilidad de muerte en un 50% en los asientos delanteros, y en un 75% en los asientos traseros. Muchos dan por descontado las razones por las cuales debe utilizarse dentro del vehículo, sin embargo, todavía son pocos los que lo ponen en práctica.

Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, sólo usa este elemento el 51,6% de los conductores, el 44,9% de los copilotos y el 19,4% de los ocupantes que se trasladan dentro del auto en la plaza trasera. Además, a 56 años de ser colocado el primer cinturón de seguridad de tres puntos en un automóvil, hace apenas unos 20 años su uso se volvió obligatorio en el mundo.

El pasado martes 1º de diciembre fue el Día Internacional del Cinturón de Seguridad, un dispositivo que demostró con creces su efectividad para salvar vidas y minimizar lesiones, pese a que todavía muchos no lo emplean de manera adecuada.

Por qué salva vidas. Especialistas del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), empresa que se dedica a la investigación y experimentación de la seguridad vial y automotriz, explicaron por qué es tan importante usar siempre cinturón de seguridad en todas las plazas del auto.

En una colisión, cualquier elemento o persona dentro del vehículo sufre una desaceleración. Si se multiplica el peso de un bebé de siete kilos por la desaceleración medida en esa prueba, da como resultado una fuerza de 51 kilos en un tiempo sumamente pequeño. Esta sería la fuerza que debe soportar la persona que sostiene al bebé para que no se le escape de sus brazos. Ese mismo ejemplo puede aplicarse para todos los que se desplacen dentro del vehículo.

Probablemente (y estadísticamente también), en el vehículo particular el uso de los cinturones de seguridad esté más aceptado que en un taxi o un colectivo de larga distancia. No obstante, la posibilidad de tener un siniestro en un vehículo de uso público no disminuye por el hecho de viajar en la plaza trasera o en un asiento acolchado y reclinable.

Fuente: http://www.diaadia.com.ar/


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