Unión Europea y EE.UU. exigen cambios en Egipto

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que “el futuro de Egipto debe ser decidido por el pueblo egipcio” en un proceso de transición que debe comenzar “ya” y llevar a unas elecciones “limpias e imparciales”.

La UE también exigió cambios inmediatos al régimen de Hosni Mubarak y trató de hacer valer su peso en la crisis egipcia, a la sombra de Estados Unidos, toda vez que prometió revisar su política en el mundo árabe, considerada demasiado tolerante con los regímenes autoritarios.

“El proceso de transición debe iniciarse ahora”, abogaron los 27 líderes de la Unión Europea (UE) en una cumbre en Bruselas, durante una nueva jornada clave de protestas en Egipto para reclamar la partida de Mubarak.

En Washington, tras una rueda de prensa junto al primer ministro canadiense, Stephen Harper, Obama reiteró que los episodios de violencia, en particular los ataques a periodistas y defensores de los derechos humanos, sufridos en Egipto en los últimos días son “inaceptables”.

Habla Obama

Según Obama, cómo se desarrolle el proceso de transición “lo decidirán los egipcios”, en consultas que ya han comenzado, pero esas conversaciones “deben ser significativas, incluir una representación amplia y resolver quejas reales” de la sociedad civil.

Estados Unidos, indicó, observa la situación y se encuentra en consultas con representantes egipcios para dejar claro que la transición “debe ser significativa”.

Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, había indicado que el Gobierno del presidente egipcio, Hosni Mubarak, continúa “sin tomar las medidas necesarias” para evitar el caos en su país, entre las que citó el entablar conversaciones “con egipcios no representados en el Gobierno actual” para la celebración de elecciones libres e imparciales.

“Hay pasos concretos que el vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, y Mubarak pueden dar hacia un camino de auténtico cambio”, explicó el portavoz estadounidense.

“Deben sentarse con una coalición amplia de representantes de la sociedad civil, de personas no representadas en su Gobierno, para abrir el camino hacia unas elecciones libres”, reclamó.

Decenas de miles de egipcios dejaron ayer sus miedos en casa y acudieron a las calles de las principales ciudades del país para exigir, un día más, la salida del presidente Hosni Mubarak, en desafío a la violencia desatada por partidarios del régimen desde el miércoles.

El viernes, día de la oración, llevó el recogimiento a la plaza cairota de Tahrir, donde hombres y mujeres, musulmanes y cristianos, estallaron en llanto cuando al imán que dirigía el rezo del mediodía se le quebró la voz por la emoción. Un joven no conseguía dejar de llorar mientras un grupo de hombres trataba en vano de consolarle. Su hermano había muerto en los enfrentamientos.

Los manifestantes pro democracia habían bautizado este día como el “viernes de la partida” y habían marcado la fecha en rojo, porque, decían, el 4 de febrero llegaría el triunfo final, la salida definitiva del presidente Hosni Mubarak.

La realidad es que Mubarak sigue al frente del país, aunque muchos en la cairota plaza Tahrir consideraban que lo logrado hasta ahora justifica su insistencia. La concentración de ayer se distinguió de las anteriores por una mayor organización y, sobre todo, por grandes medidas de seguridad.

El Baradei dice que no va a las elecciones

El premio Nobel de la Paz y dirigente de la oposición egipcia Mohamed el Baradei afirmó que no se presentará a unas futuras elecciones presidenciales en el país árabe y se definió como un simple “agente del cambio”.

Así lo declaró El Baradei en una entrevista que publica en su edición de este sábado el diario austríaco Der Standard, y en la que pide al contestado presidente Hosni Mubarak que se vaya “con dignidad”.

“No voy a presentarme (a las elecciones). Lo mejor que puedo hacer es ser un agente del cambio. Soy un gestor del cambio. De esta forma me mantengo por encima de los partidos, lo que me da flexibilidad para poder expresarme mejor”, aseguró.

“Está claro que me gustaría ser parte (del cambio) en el futuro. Pero ahora no es tan importante quién es el que va a presentarse en el futuro”, agregó.

El Baradei, que regresó recientemente a El Cairo para unirse a las protestas que exigen reformas en un sistema político dominado por Mubarak desde 1981, afirmó que si el octogenario presidente se quisiera ir se le permitiría una salida honrosa.

“Si estuviera dispuesto a irse, nos podríamos ocupar de darle una salida honrosa. Se puede arreglar”, aseguró el premio Nobel.


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