Una isla japonesa impondrá un límite al turismo para proteger al gato salvaje autóctono

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Visitar una de las islas más bellas de Japón pronto será más difícil.

Iriomote, en la prefectura de Okinawa, restringirá los visitantes a 1.200 al día para evitar el turismo excesivo y proteger el hábitat de los gatos monteses de Iriomote, una especie en peligro de extinción autóctona de la isla, según un anuncio del gobierno de la prefectura de Okinawa.

En un año típico antes de la pandemia, unos 300.000 viajeros visitaban Iriomote, que sólo tiene 2.400 residentes. El nuevo límite reducirá considerablemente esa cifra, ya que sólo se permitirá la visita de 33.000 turistas al año.

El aumento del número de visitantes en las épocas de mayor afluencia ha provocado escasez de agua y accidentes de tráfico, que han herido y matado a algunos de los felinos salvajes, una especie protegida a nivel nacional en Japón.

Sin embargo, las restricciones al turismo excesivo aún no son ley oficial; por ahora, los funcionarios locales “instan (a las empresas turísticas) a cooperar”.

Iriomote, la segunda isla más grande de Okinawa y parte del grupo de islas Yaeyama, es famosa por su belleza natural intacta.

Al estar geográficamente más cerca de Taiwán que la mayor parte de Japón, la isla goza de un clima cálido durante todo el año, lo que la convierte en un destino popular para practicar snorkel, submarinismo, natación y senderismo.

Además del límite general de visitantes a la isla, el gobierno de la prefectura confirma que cinco lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en los alrededores de Okinawa estarán restringidos el año que viene, entre ellos el monte Komi y el río Nishida.

Estos lugares podrían estar sujetos a límites de turistas, entradas programadas y reservas anticipadas.

Japón tardó más que otros países en reabrir sus puertas tras la pandemia. El país empezó a acoger a pequeños grupos de turistas autorizados en junio de 2022 antes de reabrir completamente cuatro meses después.

Vuelve el turismo, pero también el sobreturismo

Antes de la pandemia, el turismo excesivo era una palabra de moda en el sector de los viajes, pero ahora es un tema importante, ya que países de todo el mundo ven cómo los turistas se apresuran a volver.

Otra isla con una especie en peligro de extinción que necesita protección es la de Komodo, en Indonesia, hogar del dragón de Komodo.

El gobierno indonesio ha hecho más difícil ver a los lagartos más grandes del mundo cobrando 3,75 millones de rupias (US$ 252) a los viajeros que visiten la isla.

En un principio, la isla había planeado prohibir totalmente la entrada a los turistas, pero en su lugar optó por un sistema de cuotas y tasas.

Y no sólo Asia experimenta dificultades por el exceso de visitantes.

Ámsterdam, deseosa de deshacerse de su reputación de “sexo y drogas”, cambió su estrategia turística y adoptó lo que se ha dado en llamar la campaña “aléjate”.

Esta iniciativa se dirige a determinados tipos de “turistas molestos”, como los potenciales organizadores de despedidas de soltero del Reino Unido.

Por ejemplo, si un internauta británico busca una frase como “pub crawl Amsterdam”, aparecerá un anuncio en vídeo advirtiéndole del riesgo potencial de comportarse mal en el extranjero, como ir al hospital o ser detenido.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/


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