¡Sorpresa en las elecciones de Argentina! Países donde las encuestas se han equivocado
Históricamente, las encuestas han sido servido de termómetro para medir el posicionamiento de las candidaturas y se han constituido en una de las principales herramientas de las campañas políticas.
Rara vez fallan, al menos en los datos suministrados por las firmas encuestadoras de renombre, ofreciendo un panorama más o menos exacto.
Pero, los resultados de las elecciones presidenciales en Argentina han cambiado las reglas del juego, debido a que, contra todo pronóstico, Sergio Massa, candidato del peronismo, le ganó al ultraderechista Javier Millei, unos resultados que sorprendió a más de uno.
Los resultados finales, que marcaron 36,7% para Massa, 30% para Millei y 23,8% para la conservadora Patricia, distan muchos de las proyecciones que daban al outsider como favorito, con un 30.6% sobre los 29.6% que marcaba el candidato de izquierda.
En lo único que acertaron todas las encuestas fue en garantizar una segunda vuelta, aunque estos resultados cambian completamente la estrategia de las dos principales campañas presidenciales.
Pero estás no han sido las únicas encuestas que fallan en los últimos años, lo que pone en relieve la efectividad de estos métodos y su futura implementación.
Casos recientes donde han fallado las encuestas
El milagro Trump
En medio de la polémica campaña presidencial en los Estados Unidos, a menos de tres meses de las elecciones, Hillary Clinton aventajaba, según sondeos, al entonces candidato republicano Donald Trump, con una diferencia de 10 puntos porcentuales.
Sin embargo, a solo cinco días de los comicios la brecha se redujo, aunque seguía marcando a Hillary como favorita, con un 42%, sobre los 37% que marcaba Trump.
Por supuesto, los resultados finales terminaron con un aplastante 46.15 % de los votos electorales a favor de Trump contra un 34.2% obtenidos por la ex primera dama estadounidense, aún cuando en la totalidad de los votos aventajó a su contrincante.
Efecto Arévalo
Quizás en uno de los casos más sorprendentes, el actual presidencial guatemalteco Bernardo Arévalo, se colocaba, según encuestas, en un penúltimo lugar, con sólo un 0,7% del favor del electorado, eso, según encuestas publicadas en abril de este año.
Pese este “desalentador panorama”, Arévalo decidió continuar con su campaña, dispuesto a “ganar en las urnas y no en encuestas”, pese a que datos publicados meses después, le daban solo un 2% de favoritismo y apenas en junio, alcanzaría un 2.9%, a días de las elecciones.
Sin embargo, el 20 de agosto las cosas cambiaron, cuando el candidato improbable se alzó con la victoria, en un aplastante margen de 60.08%, frente a un 48.98% de la favorita en todas las encuestas, la exprimera dama Sandra Torres.
Esto sin dudas trajo una serie de interrogantes acerca de la eficiencia de las encuestas, que ya han tenido caídas significativas en los últimos años.
La realidad Petro
Aunque las encuestas daban al actual presidente Gustavo Petro como el favorito para alcanzar la presidencia de Colombia en 2022, el panorama lo situaba ante una eventual segunda vuelta contra Federico Gutiérrez, quien en algún momento aventajaba por seis puntos porcentuales a su Rodolfo Hernández, un outsider que no estaba en el radar político para finales de mayo, una semana antes de las presidenciales.
Pero contra pronóstico, obtuvo un significativo segundo lugar, con un 28%, sacando cinco puntos de diferencia al segundo favorito y enfrentándose en un balotaje a un Petro que nunca bajó, pese a no tener el apoyo de la mayoría.
La situación volvió a sentirse en la segunda vuelta, donde las firmas encuestadoras daban a Rodolfo con un margen de 1% por debajo de Petro, aunque el resultado final terminó 50.44% contra 47.31% a favor del actual mandatario.
Es así como las campañas políticas se han visto en la necesidad de replantear sus estrategias, que antes veía en las encuestas una herramienta fidedigna, aunque hoy pierde credibilidad y es usada más como un mecanismo de posicionamiento de marcas, sin resultados confiables.