Sombra empresarial de Amazon es cada vez más alargada
Madrid.- El gigante del comercio electrónico no deja de entrar en nuevos negocios. Su fundador, Jeff Bezos, prima el crecimiento de los ingresos y demora ‘sine die’ la consecución de beneficios.
En el último trimestre del pasado año, Amazon sorprendió a Wall Street al anunciar unas ganancias de 214 millones de dólares (195 millones de euros). Los accionistas del gigante estadounidense del comercio electrónico no están acostumbrados a los beneficios. En el trimestre previo, la multinacional estadounidense había registrado las mayores pérdidas de los últimos catorce años.
Los beneficios en la recta final del ejercicio fueron la excepción. De hecho, Amazon cerró el año con pérdidas de 241 millones de dólares tras incrementar sus gastos operativos un 20%, hasta los 88.800 millones de dólares, evaporándose así los 89.000 millones de dólares de ingresos.
En sus 18 años de historia como compañía cotizada, Amazon acumula un beneficio neto de apenas 1.900 millones de dólares, mientras que sus ventas han superado los 400.000 millones de dólares.
Jeff Bezos, fundador y consejero delegado de Amazon, no se preocupa por obtener beneficios a corto plazo. El ejecutivo, que posee algo menos del 20% de la compañía, prefiere centrarse en invertir en nuevos negocios para mantener un alto crecimiento de los ingresos. El año pasado, por ejemplo, la facturación creció un 19,5%. El ejercicio previo, lo hizo en un 22%.
Con esta filosofía, el universo de Amazon no deja de expandirse. Lejos quedan sus inicios como librería virtual: Amazon vende en su tienda estadounidense más de 100 millones de referencias en más de 30 categorías.
Además ha extendido sus tentáculos al hardware (libros electrónicos, tabletas y móviles); es un proveedor de contenidos multimedia (música, series, películas y aplicaciones); produce sus propias series (como Transparent) y, en breve, también películas; vende a las empresas servicios de computación en la nube y explota su plataforma online y logística mediante la comercialización en Amazon de productos de terceros.
El fracaso del Fire Phone
No siempre acierta. Los abultados números rojos del tercer trimestre se deben en gran medida a los 170 millones de dólares que tuvo que anotar de pérdidas extraordinarias por el batacazo del móvil Fire Phone, que no ha logrado atraer a los usuarios.
Pero Bezos ha acertado con negocios como Amazon Web Services (AWS). La compañía ha sacado rendimiento de la plataforma tecnológica que sostiene su negocio de comercio electrónico. Para ello, comercializa su infraestructura a las empresas en un modelo de pago por uso.
Se espera que este trimestre, por primera vez, Amazon desglose el negocio de AWS. El analista Gene Munster estima que este segmento puede alcanzar los 6.000 milones de dólares de facturación durante este ejercicio.
Amazon también ha encontrado otro filón en las pequeñas tiendas que venden sus productos a través de la web de la compañía o, incluso, contratan su logística. Precisamente, la logística es una de las claves del éxito de Amazon, que tiene 90 almacenes repartidos por todo el mundo, uno de ellos en España, e investiga en ámbitos como el reparto con drones.
Según Amazon, el 40% de las unidades que adquieren los consumidores en su web son de otras tiendas. Así, las comisiones que cobra la compañía a estos establecimientos por servirles de escaparate online suponen el 20% de su facturación mundial.
Fuente: http://www.expansion.com/