Semáforos regulados con Inteligencia Artificial reducen el tiempo de espera

Los llaman semáforos inteligentes, capaces de analizar la congestión de las ciudades y en base a ello, reducir los tiempos de espera de los vehículos o facilitar la circulación de los vehículos de emergencia.

A la hora de hablar del tráfico del futuro se suele relacionar la inteligencia artificial con los vehículos autónomos cubiertos de sensores y cámaras que podrán tomar decisiones para conducir como un ser humano o con mayor seguridad y eficiencia. Sin embargo, no es lo único que esta tecnología puede mejorar en las carreteras.

Los semáforos también se están beneficiando de la gestión mediante sistemas de inteligencia artificial. Estas señales de tráfico llevan décadas siendo controladas por grandes ordenadores y sistemas informáticos que no tenían en cuenta las necesidades puntuales del tráfico, algo que sí hacen los semáforos inteligentes y que podría reducir considerablemente los atascos.

La ciudad de Phoenix en Los Ángeles es la última ciudad en sumarse a esta tendencia y confiar en los resultados de la gestión inteligente del tráfico. La compañía NoTraffic será la encargada de implantar en las calles de la ciudad esta medida de seguridad vial. Aseguran que han conseguido reducir en algunas circunstancias hasta un 40% el retraso de los vehículos.

¿Sirve de algo el botón para que el semáforo se ponga en verde?

“Estamos agradecidos de asociarnos con la ciudad de Phoenix, la quinta ciudad más grande de los Estados Unidos”, ha explicado Tal Kreisler, director ejecutivo de NoTraffic a ZDNET. Ahora que el tráfico vuelve a incrementarse como medida contra el contagio en plena pandemia, los atascos y sus correspondiente efecto en la contaminación medioambiental podrían dispararse.

Como si fueran agentes de tráfico, estos semáforos inteligentes analizan el estado de cada tramo de carreteras usando los sensores, cámaras y los propios coches conectados que empiezan a circular entre los vehículos tradicionales. Usan todos estos datos para determinar qué vía está más congestionada, aprender de la rutina de las ciudades a las distintas horas y días y regular el tráfico de una manera más eficiente.

Calculan “en tiempo real el servicio más óptimo para una intersección y el cambio de luces de forma autónoma en consecuencia“. El sistema incluso tiene en cuenta consideraciones de seguridad como los puntos ciegos de los vehículos. Es más, pueden colaborar con los servicios de emergencia como ambulancias o bomberos despejando la circulación de las vías por las que necesitan ir.


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