Seis provincias fronterizas han perdido más de 100 kilómetros de cobertura forestal en 22 años
De las siete provincias que conforman la zona fronteriza de República Dominicana, seis han perdido más de 100 kilómetros cuadrados de su cobertura forestal en los últimos 22 años, de acuerdo al informe “Monitor de la Frontera”, desarrollado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
El levantamiento, correspondiente al mes de mayo, indica que para el año 2023, “la cobertura forestal de la República Dominicana fue de un 48.9 %, una disminución de seis puntos porcentuales en comparación con la cobertura forestal observada en el año 2000 (54.9 %)”.
El reporte califica como “significativa” la cuota de la zona fronteriza en la pérdida de cobertura nacional, “tomando en cuenta que las provincias del territorio fueron responsables del 21.8 % de la pérdida estimada desde el año 2001 al 2023”.
En una distribución territorial de la pérdida forestal, el informe cita a Pedernales (197.4), Montecristi (178.2), Independencia (145.5), Dajabón (131.8), Santiago Rodríguez (124.4) y Elías Piña (119.4), entre las provincias que registraron, en el citado período, pérdidas que superan los 100 kilómetros cuadrados.
Cambio del panorama
“Monitor de la Frontera” destaca que durante el período 2001-2012 la pérdida boscosa se centró en la zona norte, sobre todo en la provincia Montecristi, que fue la sexta demarcación con mayor pérdida forestal en el país.
Sin embargo, este panorama cambia a partir del 2013, etapa en la que la carencia se traslada al sur de la frontera, principalmente a Pedernales e Independencia, quinta y séptima provincias con mayor merma a nivel nacional, detalla el estudio.
Atención a provincias más impactadas
El informe destaca el desarrollo de proyectos para hacer frente a la deforestación a nivel nacional, citando como el más importante el Plan Nacional de Reforestación y Restauración de Ecosistemas Forestales, cuya meta es plantar 320,000 tareas con 20 millones de plantas en dos años.
“En el año 2023 se plantaron un total de 1,380,563 especies, distribuidas en 30 provincias del país (no se registraron datos para La Altagracia y La Romana). De este total, el 35.9 % corresponde a reforestaciones efectuadas en la zona fronteriza”, indica el reporte.
Sin embargo, advierte que, dentro de las provincias fronterizas, Santiago Rodríguez y Elías Piñas concentraron el 54.2 % de las acciones para reforestar, dejando a Montecristi y Pedernales, las demarcaciones con mayor pérdida de cobertura, con menos del 0.6 %.
Las especies más plantadas en la frontera
El reporte analizó, además, cuáles son las especies plantadas en las referidas provincias, alzándose en los primeros lugares el pino criollo (Pinus occidentalis) (42.3 %), cedro (37.3 %) y caoba (8.2 %).
De manera individual, añadió el levantamiento, que las provincias fronterizas presentan diferencias en las especies predominantes. En ese sentido, citó el caso de Santiago Rodríguez con mayores plantaciones de pino caribe (37 %), Montecristi con manglares rojo y negro (40 %) y penda (26 %) y Pedernales donde el total de sus plantaciones fueron de cedro blanco (Cedrela odorata).
El informe “Monitor de la Frontera” es desarrollado por la Dirección de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza.
Reforestar según la necesidad
El reporte hace énfasis en la necesidad de que estas iniciativas de reforestación se realicen con evaluaciones de los requerimientos específicos que presenta el área a incidir, “independientemente de los objetivos asociados a la de cantidad de plantas o de los beneficios inherentes a la reforestación”.
También califica de transcendental la inclusión de las comunidades aledañas que pueden tener conocimientos sobre las áreas que necesitan ser restauradas, así como preocupaciones específicas en el uso de la tierra y asegurar la conservación de las zonas reforestadas.
Big data y uso de drones
Además de la revisión de los esfuerzos de reforestación, el reporte sugiere revisar buenas prácticas que han funcionado en otros países, citando como ejemplo el proyecto de origen europeo CO2 Revolution, un sistema de reforestación que permite repoblar con especies autóctonas hasta 100 veces más rápido que medios tradicionales.
“Este hace uso de herramientas como big data para analizar la composición de las especies, detectando el clima de la zona en concreto, su latitud y las semillas necesarias. Asimismo, utiliza drones para esparcir las semillas”, indica el informe.
Añade que cuando está claro qué tipo de semilla debe plantarse en cada lugar, se cargan los drones con semillas inteligentes, embriones que llevan una protección especial (generalmente en cápsulas con polímeros, nutrientes y bacterias) para que germinen con éxito. Esa protección aleja a los depredadores y hay más probabilidades de que broten antes.
El reporte hace énfasis, además, en la vigilancia mundial de los bosques, que se ha convertido en una herramienta básica para la protección medioambiental. Señala que, en España, el proyecto Global Forest Watch monitorea y analiza lo que está sucediendo en tiempo real en las áreas boscosas. Este software puede detectar si los bosques protegidos se están conservando o ver dónde se perdieron árboles la última semana.