Sedimentos de arcilla, la evidencia que probaría que hubo vida en Marte

Descubrir si hubo o no vida en Marte ha sido una de las grandes obsesiones de los científicos desde hace décadas. Los distintos robots y róveres enviados por la NASA a lo largo de los años han concentrado gran parte de sus esfuerzos en esa tarea, y aunque no será hasta dentro de varios años cuando lo sepamos con certeza, algunos estudios tratan ya de resolver la gran incógnita por su propia mano.

Dos de los últimos en hacerlo han estado dirigidos por un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Planetarias (PSI) de Arizona, que a través de sendos artículos publicados en la revista Icarus se inclinan por una respuesta afirmativa: Marte fue habitable, y prueba de ello son los sedimentos arcillosos existentes en los valles y abanicos aluviales que sugieren una presencia de agua líquida en diferentes períodos a lo largo un lapso de 1.300 millones de años.

El entorno que centra las pesquisas de los científicos es el valle conocido como Ladon Valles, enclavado en una amplia región trufada de cráteres llamada Margaritifer Terra. Según concluyen los investigadores, las arcillas se formaron originalmente en los alrededores del terreno más alto sobre la cuenca de Ladon antes de ser erosionadas por canales de agua y transportadas río abajo, hacia un lago de la cuenca y el norte del valle.

Presencia incontinuada

El equipo sitúa el período en el que hubo agua en una horquilla de hace entre 3.800 y 2.500 millones de años, aunque matiza que el planeta no se mantuvo húmedo durante todo ese tiempo y atribuye la presencia hídrica a circunstancias como los cambios en sus movimientos y otras dinámicas, como la excentricidad orbital o la actividad volcánica.

La presencia de arcillas sugiere un entorno de habitabilidad favorable, lo que se debe a que estas se forman y permanecen estables en condiciones de pH neutro, donde el agua persiste a largo plazo; según ha explicado Catherine Weitz, una de las científicas, a través de un comunicado.

Para llegar a sus conclusiones, los científicos utilizaron datos del experimento científico de imágenes de alta resolución de la Nasa (HiRISE), la cámara de contexto (CTX) y los espectrómetros de imágenes de reconocimiento compacto para Marte (CRISM) a bordo de la nave espacial Mars Reconnaissance Orbiter.

Fuente: https://www.eldebate.com/


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