¿Sabemos cómo usar adecuadamente el cinturón de seguridad?

El correcto uso de un automóvil es lo que diferencia las consecuencias entre leves o graves en un accidente vial. Aunque parezca una obviedad, muchas veces es valiosa una descripción de cómo funciona un auto, porque en esa explicación está buena parte de la conciencia que es necesaria para conducirlo.

Se trata de una masa de acero de más 1.000 kilógramos que va lanzada sobre sus ruedas y se conduce con un aro que da dirección (volante) y con tres palancas que se presionan con los pies (pedales) para determinar la velocidad y dirección a la que irá ese bólido. El automóvil debe interactuar con otras máquinas similares, muchas veces en direcciones diferentes, además de sortear obstáculos físicos fijos y otros móviles. Tanto el volante como los pedales trabajan en conjunto, no son cosas aisladas. Entender eso, es gran parte del secreto para saber conducir de manera segura.

Pero los accidentes ocurren por muchas variables, la mayoría de ellas la imprudencia o la falta de atención, entonces es ahí cuando las medidas de seguridad pasiva entran a jugar su juego. Manejar bien no exime de un accidente a un conductor, pero estar preparado puede hacer la diferencia.

Los cinturones de seguridad, una creación de Volvo que liberó las patentes para que las personas del mundo entero tuvieran mayores probabilidades de sobrevida en caso de una colisión, son parte fundamental de esa preparación para un accidente.

Muchos creen saber cómo se debe sujetar el cuerpo humano a través del cinturón de seguridad, sin embargo no es así. Fabian Pons, experto en Seguridad Vial dice al respecto que “ponerse bien el cinturón de seguridad es fácil, sin embargo mucha gente no sabe cómo hacerlo correctamente. Básicamente, el cinturón de seguridad funciona bien si agarra zona ósea y huesos fuertes”.

Para que esta correcta sujeción con los cinturones funcione para contener un cuerpo humano en desaceleración brusca como la de un accidente, hay que colocarlo utilizando sus tres puntos de anclaje en el lugar adecuado. Como el punto inferior y el intermedio son fijos, es muy importante regular la altura del punto de anclaje superior de modo que el cinturón no quede mal ajustado respecto al cuello y el hombro del pasajero.

“Es fundamental en la zona pectoral pasarlo por el centro de la clavícula, ni más arriba, en la zona del cuello, porque se puede cortar la piel y dañar los músculos o algo peor ante un impacto, ni tampoco más abajo, de modo que quede casi en el extremo del hombro, porque se puede desplazar y desproteger al cuerpo”, dice Pons a Infobae.

“Después, es muy importante que pase por las crestas ilíacas, es decir los huesos de las caderas, lo que implica levantarse la panza, acomodarse el cinturón sobre las caderas, y una vez que lo tenés acomodado, hay que tirar fuerte hacia arriba desde la banda pectoral, porque de esa forma se tensará la banda pélvica del cinturón. Esa banda pélvica ya no se destensa más, y queda el sistema retráctil de la banda pectoral para moverte para adelante o para atrás sin ningún problema ni incomodidad. Finalmente, el cinturón inercial te protege perfectamente porque al estar tensada la parte pélvica, recorre mucho menos, con lo que se convierte en el complemento perfecto del airbag”, agrega el experto.

Una vez entendido que el cinturón tiene un método correcto de fijación para que cumpla su función, es bueno entrar en otro punto que suele ser mal practicado.

Los autos tienen asientos reclinables y es muy común ver, especialmente en rutas, como muchas personas aprovechan el viaje para recostar el respaldo y dormir algunos minutos. También es frecuente ver al pasajero que ocupa el lugar del acompañante del conductor, levantar los pies y colocarlos sobre el tablero del auto.

Ambos son terribles errores, ya que el cinturón de seguridad no funciona en esa situación, y al sufrir un accidente el cuerpo no está sujetado de la zona pectoral, con lo que probablemente termine pasando por debajo de la banda pélvica del cinturón. Pero si eso no fuera suficiente, en el caso de esa mala costumbre, si el airbag se activa por un impacto, el cuerpo del pasajero terminará probablemente con un severo impacto de las piernas y las rodillas en la cara y el torso, con consecuencias graves que pueden ser fatales.

“Eso se llama efecto submarino. Los cinturones de seguridad están pensados para ser usados en la posición normal de ‘sentado’. No está previsto que vos reclines el asiento y tengas una protección del cinturón de seguridad. De hecho, hemos visto muchos accidentes donde a la persona que viajaba con el asiento reclinado, se la encuentra en la zona denominada el vano de pies, hecho un ‘paquetito’ porque las cabezas de los fémur quedan a la altura de los hombros porque no hay ninguna protección, directamente pasan por abajo del cinturón. Si se quisiera tener esa protección anti deslizamiento, deberían utilizarse los cinturones de seguridad como los de los autos de carrera, que son de cinco puntos porque tienen una fijación que pasa entre las piernas de la persona y se ajustan todos en el centro del abdomen en un cierre tipo estrella al que llegan dos cinturones uno por cada hombro, dos pélvicos, uno de cada costado de la cadera y el mencionado entre las piernas, pero eso sería muy incómodo para el uso diario de un automóvil”, explica Pons.

Como todo en un automóvil, no se trata de saber que una tecnología o dispositivo está instalado y contar con que eso salvará una imprudencia y un el exceso de confianza. Cada cosa tiene una razón de ser pero también un modo de usarse. Por eso la explicación del comienzo, y solo basta imaginar un ejemplo que suele causar más impresión de la imaginada, porque aunque es cotidiano, pocos se detienen a pensarlo seriamente.

En una ruta convencional de dos manos en la que cada una va en sentido contraria a la otra, dos masas de más de 1.000 kg cada una, con personas en su interior, se lanzan frente a frente a más de 100 km/h cada una, es decir a 200 km/h en el momento de cruzarse, y se pasan a nada más que un metro de distancia entre sí. Solo pensarlo causa escalofríos, entonces la conciencia del peligro que representa conducir es lo que permitirá reducir la cantidad de accidentes viales que todavía siguen siendo una de las principales causales de muerte en el mundo.

Fuente: https://www.infobae.com/


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