Robot submarino localizó una de las cajas negras de Air France que cayó al Atlántico
Francia.- En una inmersión de 12 horas, el robot submarino Remora 6000 localizó la carcasa de una de las cajas negras del Airbus A330 de Air France que cayó al Atlántico el 1ro de mayo de 2009 cuando volaba de Río de Janeiro a París con 228 personas a bordo, informó la Oficina de Investigaciones y Análisis para la seguridad de la aviación civil (BEA).Las autoridades francesas lanzaron una quinta campaña de búsqueda luego de detectar a inicios de abril restos de la aeronave a 4 mil metros de profundidad, unos 1.300 Km. al norte de Recife.
El Remora 6000, según reporte de la BEA, pudo fotografiar la carcasa, pero no hubo señales de la unidad de memoria (Crash Survivable Memory Unit, CSMU), que contiene la información que podría contribuir a aclarar el misterio sobre la caída del vuelo AF 447.
El avión desapareció de los radares en la madrugada del 1ro de junio de 2009 debido, según las teorías preliminares, a problemas en los sensores de velocidad del avión por causa de la congelación, pero los expertos afirman que ello solo no basta para explicar el accidente. La cubierta de la caja negra hallada por el robot apareció rodeada por más restos del fuselaje del A330.
La BEA informó que la investigación continúa y que una segunda inmersión del Remora 6000 se realizaba en la mañana del miércoles. Una portavoz de la BEA dijo a Reuters que el grabador de datos de vuelo aún podría estar en condiciones de ser accesado, a pesar de su separación del chasis. ‘El módulo de la memoria es como un sarcófago, la información está muy bien protegida’, explicó. Junto a los equipos de búsqueda en el buque que comanda la campaña, al mando del director de la investigación técnica de la BEA, participan en el operativo un investigador de la autoridad británica, un investigador del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa), expertos de Air France y tres miembros de Airbus, además de un psicólogo.
Además, cuatro oficiales de la policía judicial francesa y tres expertos del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional (Ircgn). Según la BEA, la recuperación de los cuerpos y pertenencias personales de las víctimas es ‘responsabilidad’ de los funcionarios judiciales.
En el accidente murieron 228 personas, de 32 nacionalidades diferentes, entre ellas 61 franceses y 58 brasileños. En los dos años desde el accidente, las autoridades francesas realizaron cuatro campañas de búsqueda durante y lograron recuperar algunos cuerpos y restos del aparato, pero no las cajas negras, claves para averiguar las causas del siniestro. La actual campaña, la quinta, abarca un área mayor, de unos 10 mil kilómetros cuadrados en el Atlántico.