Registran 31 réplicas del sismo de Chile, perceptibles por la población
Santiago de Chile.- Cuarenta y siete réplicas, de las que 31 han sido perceptibles por la población, se han sucedido en las veinticuatro horas posteriores al sismo de 6,9 grados Richter que ayer, viernes, sacudió el centro y sur de Chile y causó pánico a dos semanas del aniversario del terremoto de 2010.Así se desprende de la información publicada por el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile en su página web, actualizada hasta las 17.00 horas (20.00 GMT) de este sábado.
En tanto, la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) indicó que hasta las 12.00 horas (15.00 GMT) se detectaron 26 réplicas perceptibles, cuatro de ellas de mediana magnitud.
El director nacional de la Onemi, Vicente Núñez, alertó hoy en rueda de prensa de que ‘es esperable por un par de años que, en la zona de ruptura, puedan percibirse sismos de mediana intensidad’, tras los 8,8 grados Richter registrados el 27 de febrero de 2010.
Además, otro movimiento telúrico de 4,4 grados Richter sacudió esta tarde a la capital chilena.
El sismo alcanzó una intensidad de III grados en la escala de Mercalli, que va de uno a doce, y tuvo su epicentro a unos 100 kilómetros al norte de la ciudad, por lo que no se sitúa en la misma zona de choque de placas que el fuerte temblor registrado ayer.
Las autoridades, que inicialmente indicaron que ese sismo había alcanzado una magnitud de 7 grados, la fijaron después en 6,9 grados Richter, una de las tres más fuertes tras el terremoto de 2010.
El sismo sacudió a las 17.05 horas de este viernes (20.05 GMT) la zona comprendida entre Valparaíso y Santiago (centro) y las regiones sureñas de la Araucanía y los Lagos, aunque las más afectadas fueron las del Maule y el Biobío.
Según informó el Centro de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), el temblor alcanzó una intensidad de VII en la escala de Mercalli, que va de uno a doce, en la región del Biobío, de VI en la del Maule, y de V en la región de O’Higgins.
Ni el fuerte sismo ni los temblores posteriores provocaron víctimas ni daños materiales, aunque sí llevaron a la población de las zonas costeras del Maule y del Biobío a desplazarse a lugares altos ante el riesgo de tsunami, que finalmente se descartó.