¿Qué tan real es la temperatura que miden los autos?
Algo bastante constante en los días de calor es encontrar imágenes del tablero de los vehículos con datos de temperatura con mensajes como: “En mi ciudad hace 45 °C”. Pero cuando encendemos la radio, la información es muy distinta, y puede haber muchos grados de diferencia entre ambos datos. Entonces, ¿Cuál es la real?
Para responder esta pregunta, primero hay que entender qué y cómo se está midiendo esta variable. Los vehículos no realizan mediciones con un termómetro, sino que usan un instrumento llamado termistor. Dicha pieza consigue realizar su función en base a detectar cambios en la intensidad en una corriente eléctrica causados por la temperatura a la que se le somete. Hay que aclarar que suelen ser sensores muy buenos y exactos para medir temperaturas, siempre y cuando estén bien ubicados.
Normalmente, este sensor de temperatura se coloca en la rejilla delantera delante del radiador del vehículo, pero dependiendo del modelo, también puede estar debajo de uno de los espejos laterales o ir oculto en la parte baja del paragolpes delantero o cerca de las ruedas. En cualquiera de estos casos, se encuentran muy cerca del suelo, desde unos pocos centímetros a un metro de altura.
¿Y dónde está el problema? En que el asfalto suele calentarse muchísimo con la radiación solar del verano (mucho más que el aire) y el suelo irradia un calor muy intenso que afecta la lectura del sensor. Además, la temperatura del motor y de la carrocería expuesta a los rayos del Sol también contribuyen a agregar varios grados más a la medición de ese sensor.
En invierno ocurre algo similar pero en sentido opuesto. Así como en verano hace más calor cuanto más cerca estemos del suelo, en la época fría el aire se enfría desde abajo. Y cuanto más cerca esté el sensor del asfalto, más frío va a marcar.
¿Cómo se mide la temperatura ambiente?
Las lecturas oficiales de temperatura se toman siguiendo ciertas normas estandarizadas para todo el mundo. El termómetro se ubica dentro de una garita, llamada abrigo meteorológico. Consiste en una caja con rejillas laterales que permiten que el aire exterior circule alrededor del termómetro mientras lo protege de elementos externos como la lluvia y la luz solar directa.
Su exterior es blanco para reflejar la radiación y evitar el calentamiento dentro. Además, su posición se elige cuidadosamente para evitar cualquier distorsión de temperatura por el entorno. Su puerta debe ubicarse en la dirección que nunca ingrese la luz directa cuando se abra. En nuestro país, las puertas siempre abren hacia el sur.
Y lo más importante, el termómetro se encuentra entre 1,20 y 1,5 metros de altura, donde la temperatura está más homogeneizada en la vertical, y sobre una superficie de pasto corto, nunca sobre cemento o asfalto ya que puede modificar la medición. Cuando la medición se realiza de esta manera se dice que es la oficial porque está estandarizada para que todos lo hagan en las mismas condiciones y sean comparables entre sí.
Fuente: https://www.meteored.com.ar/