¿Qué rueda de tu coche se vuelve más peligrosa en caso de pinchazo?
Pinchar o sufrir un reventón en una rueda de nuestro coche es uno de los grandes e inesperados peligros que podemos sufrir al volante. Como es lógico, que el percance acabe en un accidente depende de factores como la velocidad o si en ese momento estamos tomando una curva o no. Pero también influye y mucho el hecho de que el coche sea de tracción delantera, total o de propulsión (lo que se suele llamar ‘tracción trasera’).
En coches de propulsión
En un coche de propulsión (en general, los deportivos y muchas berlinas alemanas) la fuerza se transmite a las ruedas traseras, y esto significa que una rueda trasera pinchada va a afectar a la capacidad de tu coche de seguir la trazada y a tu habilidad para mantenerte en la carretera. La pérdida de tracción en una rueda trasera te mete de repente en una situación límite en la que, en general, verás cómo el coche tiende a irse hacia el lado contrario al de la rueda pinchada.
Si en ese mismo coche de propulsión pinchas una rueda delantera, lo más probable es que la pelea con el volante sea para evitar que el coche se te vaya hacia el mismo lado de la rueda pinchada. Sin embargo esto último suele resultar menos peligroso, ya que la mayoría de los conductores controlan mejor un coche que subvira (se va de morro) que uno que sobrevira (el que se descontrola es el eje trasero). Es decir, que por orden de peligrosidad, en un coche de ‘tracción trasera’ lo peor sería que pincharas la rueda trasera derecha, ya que el coche se te puede ir hacia la izquierda y hacerte invadir el carril contrario. Y el segundo mayor peligro sería que la rueda que perdiera aire fuera la delantera izquierda.
Si es tracción delantera
Ahora bien, la mayoría de los coches que circulan por España son de tracción delantera y con ellos la cosa cambia un poco. Aunque como en los de propulsión el coche se nos querrá ir hacia el lado contrario si es una rueda trasera y hacia el mismo si es delantera, el volantazo que nos da el coche puede ser menor.
En estos coches de tracción delantera lo menos peligroso es que el pinchazo sea en una rueda trasera, ya que en cuanto lo notas puedes frenar poco a poco o levantar el pie del acelerador dejando que el peso se transfiera en su mayoría al eje delantero, que conserva la dirección intacta para que puedas orillar el coche. Es decir, que en estos lo más peligroso sería sufrir un pinchazo en la rueda delantera izquierda, por el peligro de invadir el carril contrario, pero también entrañaría gran peligro que fuera la rueda trasera derecha.
Dicho lo cual, queremos aclarar que estamos hablando del peligro de invadir el carril contrario, pero uno nunca se sabe si al otro lado nos espera un muro o un precipicio que entrañe en un punto en concreto un peligro aún mayor.
Tracción total
¿Y qué pasa con los de tracción total? Pues que en ellos el impacto en la estabilidad del coche al sufrir un pinchazo o reventón es menor porque la fuerza se transmite a todas las ruedas.
Si el coche tiene fijada en ese momento la tracción total nos quedan todavía tres ruedas que reciben la potencia del motor. Y si se trata de un coche que activa la tracción total sólo cuando lo necesita, el coche mantiene la tracción en la rueda contraria al pinchazo y al mismo tiempo deriva de forma instantánea la fuerza al otro eje, por lo que también tenemos menos peligro.
Aunque un vehículo de tracción total ofrece una mayor estabilidad y control en situaciones de pérdida de tracción, seguirá siendo importante reducir la velocidad y detener el vehículo de manera segura lo antes posible en caso de que se pinche una rueda.
Y lo más importante es reducir la velocidad y mantener la calma, llevando el coche a un lugar seguro en el que lo podamos detener lo antes posible.
Fuente: https://www.marca.com/