¿Puede una tormenta solar destruir la Tierra?

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Las catástrofes derivadas de algún evento astronómico que pueda acabar con nuestro planeta han sido un tema de conversación desde hace siglos. Es normal ver en películas de ciencia ficción como la Tierra se ve golpeada por algún tipo de fuerza solar que la destruya, pero ¿es esto posible? Las tormentas solares han sido analizadas desde hace muchos años, y ahora se sabe los daños que estas pueden representar para el planeta.

¿Qué es una tormenta solar?

Según indica la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), una llamarada solar es un intenso estallido de radiación proveniente de la liberación de energía magnética asociada con las manchas solares. Las llamaradas son los eventos explosivos más grandes de nuestro sistema solar. Se ven como áreas brillantes en el Sol y pueden durar desde minutos hasta horas. Por lo general vemos una llamarada solar por los fotones (o la luz) que libera, como máximo en todas las longitudes de onda del espectro. Las principales formas en que monitoreamos las erupciones son los rayos X y la luz óptica. Las llamaradas también son sitios donde se aceleran las partículas (electrones, protones y partículas más pesadas).

Los científicos se han puesto de acuerdo en una cosa, el campo electromagnético de la Tierra y su atmósfera aislante nos mantendrán seguros de los estallidos solares que se produzcan. Estas tormentas pueden ser capaces de afectar los satélites o sistemas de radares que se encuentran fuera de nuestra Tierra, pero no podrán tener repercusión en la vida de esta.

«Vivimos en un planeta con una atmósfera muy espesa… que detiene toda la radiación dañina que se produce en una llamarada solar», dice el director asociado de ciencias en la División de Ciencias de Heliofísica en el Centro de Vuelos Espaciales de la NASA, AlexYoung. «Incluso en los eventos más grandes que hemos visto en los últimos 10.000 años, vemos que el efecto no es suficiente para dañar la atmósfera de tal manera que ya no estamos protegidos».

Esto no quiere decir que las tormentas solares son totalmente inofensivas. Tal vez este tipo de erupciones, junto con otros fenómenos como las eyecciones de masa coronal no tiene repercusiones en nosotros por la protección del campo magnético de la Tierra, pero sí en las redes de conexiones o los dispositivos de conexión, incluso el internet y el sistema de localización global. Algo que tiene muy preocupados a los científicos que analizan este tipo de llamaradas. Podría afectar aviones, teléfonos móviles, radios, computadoras, entre otros dispositivos de conexión global y pudiendo dejar a una parte del planeta sin conexión a internet por semanas o meses.

Doug Biesecker, investigador de la Administración Nacional Oceanica y Atmosférica mencionó al centro solar de Stanford que pase lo que pase, las llamaradas no tienen un efecto significativo sobre nosotros aquí en la Tierra. La atmósfera de la Tierra actúa más o menos como un escudo para evitar que la radiación cósmica nos alcance. Puede haber efectos medibles a nivel del suelo, pero la cantidad de radiación es bastante insignificante. La llamarada más grande jamás registrada fue en agosto de 1972. Esa llamarada no ha tenido efectos perceptibles en ninguna población terrestre, incluidas las personas.

¿En qué casos una llamarada solar podría tener efectos nocivos sobre nosotros?

Tal vez el Sol no representa una verdadera amenaza para vida en la Tierra (por ahora), pero cuando alguna de las estrellas cercanas a nuestro Sistema Solar muera, pueden expulsar radiación mucho más dañina que las erupciones solares. En el caso de que esto sucediera y estuviera lo suficientemente cerca a nuestro planeta, en definitiva, puede dañarlo severamente a raíz de la radiación ultravioleta que podría eliminar la capa protectora de la Tierra, haciéndola considerablemente vulnerable.

Afortunadamente en la actualidad se cree que no hay peligro de que esto suceda en los próximos años, no hay estrella que represente una amenaza de este tipo para el planeta. Solamente queda poner atención a las erupciones del Sol, para evitar alguna catástrofe en las conexiones globales. Seguramente en un par de miles de millones de años más, cuando nuestra estrella sea más grande y caliente, la situación haya cambiado drásticamente, mientras tanto puedes disfrutar del café por las mañanas sin inconveniente.

Fuente: https://ensedeciencia.com/


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