Presidente y Congreso de Estados Unidos rinden tributos a víctimas de tiroteo en Tucson

Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rindió ayer tributo a las víctimas de la masacre en Tucson, Arizona —entre ellas la congresista demócrata Gabrielle Giffords, que lucha por su vida—, con un minuto de silencio y con la promesa de que se hará justicia contra el responsable de “tan infame crimen”.

“Todos nos encontramos aún en shock y desconsolados por la tragedia ocurrida” el pasado sábado en la ciudad de Tucson, dijo el presidente al transmitir su solidaridad a los familiares que perdieron a sus seres queridos y a quienes aún se recuperan del ataque indiscriminado en la red hospitalaria de Tucson, Arizona.

Las palabras de consuelo de Obama, que ayer telefoneó a las familias de las víctimas, informó la Casa Blanca, se produjeron poco después del acto solemne que encabezó en los jardines de la Casa Blanca en compañía de su esposa, Michelle Obama. Un acto que se repitió desde las escalinatas del Capitolio y que se transformó en un poderoso acto de solidaridad y rechazo contra las políticas que incitan el odio y la intolerancia, que el sábado en Tucson se cobró 6 víctimas mortales y 13 heridos de distinta gravedad.

El minuto de silencio marcó el inicio de la jornada y la actividad legislativa, en una semana en la que tanto demócratas como republicanos han declarado un receso obligado por las circunstancias y para no agitar las aguas de la confrontación política con la anunciada votación a favor de derogar la ley de salud de Obama —evento que se ha postergado por respeto a la congresista Giffords, cuyo estado de salud ayer evolucionaba favorablemente aunque con un pronóstico bajo reserva.

“La paciente permanece en condición estable, cosa que es buena, pero tenemos que esperar un lapso de entre tres y cinco días para ver qué pasa con la inflamación de la zona afectada en el cerebro”, informó el doctor Michael Lemole, quien encabeza el equipo a cargo de Giffords, durante una rueda de prensa que se ha convertido en cita obligada de los más importantes medios de comunicación del país.

“Cada vez estamos más animados”, añadió Lemole destilando modestas dosis de optimismo en medio de una tragedia que ayer mismo llegó a los tribunales, con la esperada comparecencia del multihomicida Jared Lee Loughner ante un juez federal en las cortes de Phoenix, Arizona.

El drama que se vive en el Centro Universitario Médico de Tucson, donde Giffords permanece internada, disputó protagonismo con las corte federales de Phoenix donde compareció el acusado para rendir su primera declaración. Recién rapado de la cabeza y con uniforme carcelario, el acusado de 22 años escuchó atentamente los cinco cargos que se le imputan por el asesinato de dos funcionarios del Estado y el intento de homicidio contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords.

Buena disposición

Según las versiones transmitidas por las cadenas de televisión que tuvieron acceso a la audiencia presidida por el juez Lawrence Anderson, el acusado se mostró atento y educado durante la lectura de las imputaciones.

Su colaboración y disposición a contestar a todas y cada una de las preguntas del juez sorprendió a los agentes del FBI y de la policía de Tucson, que se han enfrentado a un sospechoso “mudo” que se ha acogido a los beneficios de la quinta enmienda de la Constitución para no responder a las preguntas de los investigadores.

El imputado, que según el dictamen de los médicos que lo han revisado padece de esquizofrenia paranoide, permanecerá bajo custodia federal en un lugar que no ha sido revelado, sin derecho a fianza. Entre las posibles sentencias figura la pena de muerte por los dos cargos de asesinato en primer grado.


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