Presidente Barack Obama llamó al Congreso a aumentar los impuestos a los que más ganan

Washington.- Ante el pánico por una posible recesión y el “lunes negro” que reportaron las bolsas internacionales a causa de la rebaja de calificación de Standard & Poor’s a Estados Unidos (EU), el presidente Barack Obama llamó al Congreso a aumentar los impuestos a los que más ganan, argumentando que si esto no se realiza rápido llevará a perder un millón de empleos, y a un menor crecimiento económico.

Lo que es una realidad, es que la situación financiera de la Unión Americana afecta de manera indirecta —pero no menos importante— a México. Siendo el mayor aliado comercial, las exportaciones se verían afectadas (80% del comercio exterior es para EU), así como el sector maquilador y la posible repatriación de inmigrantes.

En 2008, cuando la crisis financiera de Estados Unidos se desató, el entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, aseguró que si al país vecino le “daba una pulmonía” a México sólo “le daría un catarrito”.

Hoy, tres años después, Ernesto Cordero, actual titular de dicha dependencia, aceptó que no es un “catarrito” lo que sucede en Estados Unidos con el tema de la deuda, y que contrariamente se trata de algo “bastante serio” que impactará de manera negativa la tasa de crecimiento de México. Reconoció además que esto provocará un ambiente de gran volatilidad no sólo en los mercados cambiarios, sino también en los de capitales, y que en México esto no será la excepción.

En Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg aseguró que las recientes medidas contra los inmigrantes en la Unión Americana y la actual situación financiera provocarán la expulsión de los mismos, lo que sería un “suicidio” nacional. Indicó que lo que el país necesita actualmente son más inmigrantes, “que crean más empleos de los que toman”.

México planteó en Chile la necesidad de que el Grupo de los 20 (G-20) juegue un papel “crucial” para afrontar de manera efectiva los nuevos riesgos que amenazan a la economía global.

Para Saber

En México, el peso también fue impactado por el nerviosismo de los mercados y cerró la jornada con una pérdida de 1.23%. La moneda se cotizó en un estimado de 12.30-12.50 pesos por dólar, contra 12.15 que cotizaba el pasado viernes.


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