Práctico del Puerto de Miami cumple un siglo brindando seguridad

La próxima vez que fuertes tormentas o ráfagas de vientos lleguen al sur de la Florida, piense un poco en el capitán John Jacobsen.

Un día cualquiera Jacobsen aborda hasta ocho veces una pequeña embarcación y sale a 5 millas de la costa de South Beach para abordar barcos que se acercan al canal Government Cut.

Desde lujosos cruceros hasta embarcaciones de pesca y barcos de carga, Jacobsen los ayuda a todos como práctico de puerto. No sólo sabe cómo conducir las embarcaciones a través de las difíciles vías acuáticas locales, sino que explica las reglas del puerto al capitán y a la tripulación.

Pero primero Jacobsen debe abordar. Eso significa subir por una escalera de gato de soga de 30 pies que cuelga por un costado del barco.

Este día recibe a un carguero de Maersk, de 585 pies, con 1,800 contenedores, que después zarpará con destino a Panamá.

La coordinación es la clave. Las olas causan que la lancha del práctico de 45 pies se meza hacia adelante y hacia atrás, alejándose y acercándose de la embarcación mayor. Con ambas embarcaciones en movimiento, Jacobsen debe agarrar fuertemente la escalera de gato.

Entonces comienza un traicionero ascenso. Un paso. Dos, tres lento y seguro. Un paso en falso, incluso una fuerte ráfaga de viento, podrían hacerlo caer al mar o aplastarlo entre los dos barcos.

“Agarro firmemente la cuerda y subo lo más rápido posible”, dijo Jacobsen. “No miro hacia abajo”.

Jacobsen es miembro de la Asociación de Prácticos de la Bahía Biscayne, que celebra 100 años de servicio en el Puerto de Miami.

“Hemos tenido suerte y nunca hemos perdido un práctico”, dijo Jacobsen. “Si te caes de la escalera las oportunidades de salvarte son mínimas”.

El grupo tiene 16 prácticos, que guían con seguridad a unos 7,000 barcos comerciales a entrar y salir del puerto. Los expertos está graduados de academias navales federales o estatales y ha navegado durante años antes de capacitarse como prácticos. Muchos tienen licencia de la marina mercante.

Como escoltas del puerto, estos prácticos deben conocer las corrientes, la dirección del viento y la profundidad en cada tramo. Deben conocer el canal como la palma de su mano, su punto más estrecho y menos profundo. Y deben conocer a fondo las embarcaciones que guían.

Cuando llegan los gigantes de la naturaleza, no hay tiempo para sorpresas.

Sin el práctico, dijo Jacobsen, de 47 años, “el Puerto de Miami no podría manejar el volumen de embarcaciones con tanta seguridad y eficiencia”.

Los prácticos existen desde hace unos 2,000 años, destacó Jacobsen, pero la profesión no es muy conocida.

“Llevo 16 años de práctico y mi madre todavía me pregunta en qué aerolínea trabajo”, dijo Jacobsen, quien es también presidente de la asociación. El escritor Mark Twain fue práctico del río Mississippi.

La mayoría de los miembros de la asociación son ex capitanes de barcos cisterna y de carga. Algunos, como Jacobsen, se cansaron de viajar tanto. Antes de ser práctico, Jacobsen navegó 10 años como primer oficial de varios barcos de carga en Hawai.

“Cuando era capitán, era soltero, por lo que no me importaba”, dijo Jacobsen.

Pero sabía que si quería tener una familia no podía estar por siempre en el mar. Un capitán de un barco de carga está fuera de casa cuatro y seis meses a la vez.

“Ser capitán de barco afecta la vida familiar”, afirmó Jacobsen, quien está casado y tiene un hijo de 5 años, Liam.

“Pero me gusta ser práctico porque puedo estar en los barcos y regresar a casa por la noche”.

A Jacobsen también le gusta el horario. Los prácticos del Puerto de Miami están de guardia 24 horas durante tres semanas, entonces descansan una semana. Si tienen que salir de la estación de prácticos durante su horario de trabajo, tienen una hora para regresar al puerto después que se les llame. Si deciden quedarse, hay una estación de prácticos en el extremo este del puerto, con cinco camas, cuatro baños y una cocina completa donde pueden cocinar. En un día normal trabajan entre tres y ocho prácticos a la vez.

La asociación también celebra la publicación de un libro sobre la entidad, “A Century of Service, a History of the Biscayne Bay Pilots [Un siglo de servicio, la historia de los prácticos de Biscayne Bay]. El libro fue escrito por el capitán Andrew Melick, práctico de puerto que pasó 15 años viajando en tanqueros y estuvo en barcos de transporte y portacontenedores tanto en la sala de máquinas como en cubierta. La obra está editada por el historiador miamense Paul George.

“El presidente y yo hablamos sobre hacer algo para celebrar y me sugirió que escribiera un libro”, dijo Melick, de 52 años, quien tiene una maestría de la Universidad de Nueva York.


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