¿Por qué la NASA quiere volver a la Luna antes de enviar humanos a Marte?
Antes de que los primeros humanos pisen Marte, la NASA quiere volver a la superficie lunar, pero de una manera que nunca hemos explorado el satélite natural antes.
El lanzamiento del lunes 29 de agosto de la misión Artemis I, sin tripulación, es solo el primer paso hacia el futuro de la exploración espacial.
El último alunizaje con tripulación, el Apolo 17, tuvo lugar hace casi 50 años. El récord de la última misión Apolo en cuanto al vuelo tripulado más largo en el espacio profundo sigue en pie: 12,5 días.
A través del programa Artemis, cuyo objetivo es el aterrizaje de seres humanos en el inexplorado polo sur lunar y eventualmente en Marte, los astronautas realizarán misiones de larga duración en el espacio profundo que pondrán a prueba todos los límites de la exploración.
“Vamos a volver a la Luna para aprender a vivir, a trabajar, a sobrevivir”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, durante una conferencia de prensa a principios de este mes.
“¿Cómo se mantiene a los humanos vivos en esas condiciones hostiles? Y vamos a aprender a utilizar los recursos de la Luna para poder construir cosas en el futuro a medida que avancemos, no a un cuarto de millón de millas, no en un viaje de tres días, sino a millones y millones de millas en un viaje de meses y meses, si no de años”.
El astronauta de la NASA Randy Bresnik habló de la importancia de utilizar la exploración lunar como forma de preparar el aterrizaje en Marte durante una sesión informativa de la NASA el sábado.
Cuando se acampa en la naturaleza de Alaska, no se confía en el equipo y los zapatos nuevos que aún no se han usado, dijo. Marte tampoco es el lugar adecuado para probar un equipo nuevo por primera vez.
“Vamos a ir a algunos lugares locales un poco más cerca primero”, dijo Bresnik. “Luego puedes volver a casa si se te rompen los cordones de los zapatos o algo así”.
Los astronautas llevan más de 20 años viviendo y trabajando a bordo de la Estación Espacial Internacional, que da vueltas a más de 400 kilómetros sobre el planeta en una órbita terrestre baja. Sus experiencias, que pueden durar entre seis meses y casi un año, han revelado cómo el entorno de microgravedad afecta al cuerpo humano.
“Cada día que pasé personalmente en la estación espacial, lo consideré como un paseo por Marte”, dijo el astronauta de la NASA Reid Wiseman, jefe de la Oficina de Astronautas del Centro Espacial Johnson en Houston. “Por eso estamos allí arriba. Tratamos de mejorar la vida en la Tierra y tratamos de expandir la humanidad en nuestro sistema solar”.
En Artemis II, prevista para 2024, los astronautas seguirán una trayectoria similar a la de Artemis I, rodeando la Luna a una distancia mayor que cualquiera de las misiones Apolo. Artemis III, prevista para finales de 2025, hará alunizar a la primera mujer y al próximo hombre en el polo sur del satélite, donde las regiones permanentemente sombreadas pueden albergar hielo y otros recursos que podrían servir de sustento a los astronautas durante los largos paseos lunares.
“Nuestra luna sirve básicamente como una biblioteca celestial justo al lado”, dijo Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la NASA. “Las rocas lunares y el hielo lunar sirven básicamente como los libros de esta biblioteca. Podemos utilizarlos para empezar a revelar cómo ha evolucionado el sistema solar. Esto puede ayudarnos a comprender lo que ocurría aquí en la Tierra cuando la vida se afianzaba en el sistema solar”.
El programa Artemis implica el establecimiento de una presencia humana sostenida en la Luna y la instalación de un puesto de avanzada lunar en órbita llamado Gateway.
Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/