¿Por qué la mayoría de personas elige el mismo número entre 1 y 100 en este experimento?
El azar, en esencia, consiste en la ocurrencia de eventos sin un patrón discernible o causa predecible. Sin embargo, cuando los seres humanos intentamos generar respuestas al azar, suelen darse algunos patrones que están lejos de ser verdaderamente aleatorios.
Ahora, un estudio realizado por Derek Muller, científico y divulgador en la web Veritasium, ha respaldado esta teoría. Se trata de un experimento en el que se solicitó a 200.000 personas que eligieran un número al azar entre el 1 y el 100. Los resultados revelaron tendencias sorprendentes en la percepción de la aleatoriedad, mostrando que nuestras elecciones no son tan aleatorias como podríamos pensar.
Elecciones no tan aleatorias
A pesar de la amplia gama de opciones, la mayoría de las personas eligió el mismo número. De hecho, ciertos números se repetían con una frecuencia notable. En concreto, gran parte de los voluntarios se decantaron sobre todo por los números 37 y 73. Esta coincidencia ha llevado a los expertos a creer que estos números se perciben como más aleatorios que otros.
En otras palabras, este fenómeno se atribuye a ciertas influencias culturales que asocian estos números con la suerte o la rareza. Muller observó que cuando se pidió a los participantes que escogieran un número que creían que otros también seleccionarían, la tendencia era evitar los extremos y concentrarse en un rango medio.
Una teoría es que los humanos evitan elegir números demasiado bajos o demasiado altos, ya que estos parecen menos aleatorios. El 1, el 100 o los números redondos son considerados demasiado ‘obvios’, mientras que otros se sitúan en una zona cómoda, alejado de los extremos.
El 37, en particular, tiene un atractivo especial debido a su aparente falta de patrones y divisibilidad sencilla. Además, es un número impar y tiene alguna alguna característica matemática llamativa, lo que lo hace parecer más aleatorio.
Los investigadores han intentado encontrar una explicación alegando que el 37 tiene varias propiedades matemáticas interesantes: por ejemplo, es un número primo irregular, primo cubano, primo afortunado y además, es la mediana de los segundos factores primos de todos los números.
También se ha relacionado con la regla del 37 %, una estrategia óptima para seleccionar la mejor opción que implica rechazar las primeras 37 % de las opciones y luego elegir la siguiente mejor.
Paradójicamente, ocurre algo parecido con el azul cuando se trata de elegir un color al azar, un fenómeno que ha sido denominado blue-seven por algunos científicos. Sea como fuere, lo cierto es que este fenómeno de elección no aleatoria revela cómo la psicología humana y las matemáticas pueden interaccionar de forma inesperada.
Curiosamente, los números acabados en 0 fueron los que se eligieron con menos frecuencia. Para los investigadores, esta preferencia por evitar los extremos y los números redondos refuerza la idea de que nuestras elecciones aleatorias están influenciadas por factores psicológicos y culturales más que por una verdadera aleatoriedad.
Es decir, desde el punto de vista de Muller, se cree que estos patrones se deben a una percepción sesgada de la aleatoriedad. Al mismo tiempo, se considera que la mente humana busca lo que parece más caótico y sin estructura, aunque no siempre siga las reglas de azar.
A juicio de los investigadores, estos datos ponen de manifiesto que nuestra percepción de la aleatoriedad no es aleatoria en absoluto. Asimismo, se cree que la consistente predilección por ciertos números podría tener implicaciones en diversos campos, desde la psicología hasta el diseño de algoritmos de seguridad y juegos de azar.
Azar y probabilidad
En el mismo contexto, otros estudios psicológicos también han demostrado que los humanos tienden a evitar extremos y a preferir números que parecen “más aleatorios” a nuestra percepción intuitiva.
La probabilidad es una rama de las matemáticas que estudia los eventos aleatorios. En teoría, cada número entre 1 y 100 debería tener una probabilidad igual de ser elegido en una selección verdaderamente aleatoria. Sin embargo, la mente humana no siempre sigue las reglas de la probabilidad pura.
En una muestra suficientemente grande, cada número del 1 al 100 debería ser seleccionado aproximadamente el mismo número de veces. Sin embargo, en muestras más pequeñas, es común observar importantes desviaciones de la uniformidad esperada.
Comportamiento humano ¿uniforme?
Por su parte, otros estudios también han analizado cómo las personas generan números al azar. Por ejemplo, un trabajo publicado en la revista ‘Nature’ en 2002 por los científicos Tune P. y Preece S. descubrió que, cuando se les pide a los sujetos que generen una secuencia de números al azar, a menudo eligen números que se perciben como aleatorios, lo que conduce a patrones no aleatorios. Un fenómeno que se conoce como ‘ilusión de aleatoriedad’.
Otro estudio realizado por Wagenaar en 1972, concluyó que los humanos tienen dificultades para producir secuencias verdaderamente aleatorias. Se da la circunstancia de que tendemos a evitar repeticiones y a distribuir los números de manera más uniforme de lo que cabría esperar por puro azar.
Desde una perspectiva psicológica, el hecho de que las personas tiendan a buscar cierto equilibrio cuando se les pide que elijan al azar se ha relacionado con un fenómeno conocido como ‘heurística de representatividad’, donde la gente juzga la probabilidad de un evento basándose en cuán representativo parece ser del proceso aleatorio.
Además, estos datos ponen de manifiesto que, incluso en nuestras elecciones más espontáneas, existe una uniformidad que conecta a las personas a nivel global.
Fuente: https://www.muyinteresante.com/