¿Por qué hay carreteras en las que está prohibido llevar el cinturón de seguridad?

El cinturón es el elemento de seguridad pasiva más importante de un vehículo, ya que es el único freno del cuerpo en caso de impacto, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su uso es fundamental, pues reduce un 50% el riesgo de fallecimiento y un 75% el de lesiones graves.

No obstante, todavía es habitual que algunos conductores o pasajeros no lo lleven abrochado. Así lo evidencian los datos de siniestralidad de la DGT del pasado año 2022, cuyos resultados muestran que 142 de las personas que murieron en un accidente de tráfico no llevaban el cinturón en el momento del siniestro.

En España, es obligatorio en las plazas delanteras desde 1975, y en las traseras desde 1992. No abrocharse el cinturón de seguridad se castiga con una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen una serie de excepciones, estipuladas en el Reglamento General de Circulación, en las que no es obligatorio llevarlo.

Una situación similar es la que se vive en Estonia, donde los conductores deben abrocharse siempre el cinturón de seguridad, salvo en circunstancias puntuales. De hecho, existe incluso la obligación de no llevarlo puesto en determinados momentos. Y aunque pueda parecer un sinsentido, la normativa de este país está motivada por una razón de seguridad vial. Te lo explicamos.

Las carreteras de hielo de Estonia

En Estonia, con la llegada de los meses más fríos del año, el agua se congela y forma inmensas superficies de hielo. De este modo, en invierno se pueden abrir las denominadas carreteras de hielo, utilizadas para ahorrar distancia y tiempo a los habitantes locales de las zonas involucradas.

En total, hay 7 vías oficiales de este tipo en el país que conectan el continente con distintas islas a través del Mar Báltico. Juntas, suman una red de más de 80 km, aunque, sin duda, la más popular es la que une la isla de Hiiumaa con Rohuküla.

Esta tiene una distancia que oscila entre los 24 y los 27 km y está considerada la carretera helada más larga de Europa. Así, cuando el hielo tiene un grosor suficiente para soportar el peso de los vehículos (unos 20 cm), se abren estas vías alternativas para beneficiar a los lugareños.

Y, pese a que no es el objetivo principal, despiertan el interés de algunos turistas que buscan vivir una aventura distinta al volante. Precisamente, son los conductores con poca experiencia en circular por el hielo los que más deben tener en cuenta las particularidades de estos caminos. Las condiciones son extraordinarias y, por lo tanto, las normas que los regulan, también.

En primer lugar, tanto los conductores como los pasajeros de cualquier vehículo deben mantenerse durante todo el trayecto con el cinturón de seguridad desabrochado. Así, en caso de que el hielo se rompa y el coche comience a hundirse, los ocupantes tendrán menos impedimentos para salir del habitáculo lo antes posible. Por el mismo motivo, las autoridades recuerdan que, antes de entrar en uno de estos caminos, es importante asegurarse de que todas las puertas del vehículo se puedan abrir fácilmente.

Asimismo, se regula la velocidad. Se debe circular por debajo de los 25 km/h o, por el contrario, entre 40 y 70 km/h. Lo que no está permitido es conducir a una velocidad de entre 25 y 40 km/h, puesto que si el vehículo se desplaza a ese ritmo genera unas vibraciones que podrían agrietar el hielo. También está prohibido detener el vehículo en medio de la carretera o desviarse del camino marcado.

Los ocupantes deben permanecer con el cinturón desabrochado para poder salir del habitáculo rápidamente si el

coche se hunde

Por otro lado, tan solo se puede acceder a una carretera de hielo con un intervalo mínimo de 2 minutos respecto al vehículo delantero. Una vez dentro, los coches deben mantener una distancia mínima de 250 metros entre ellos para no sobrecargar el hielo. Para que no se agriete el firme, no se permite la entrada de los vehículos que pesan más de 2.500 kg.

Además, se aplican otras restricciones, como las horarias. Las carreteras de hielo tan solo están disponibles para los conductores entre la salida y la puesta del sol, ya que de noche es fácil perderse. Tampoco se puede circular cuando la niebla o algún otro fenómeno reduce la visibilidad a una distancia inferior a los 300 metros.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/


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