Por qué el nuevo caza de Marruecos es superior al de España

El nuevo estatus diplomático de Marruecos con Israel ha desbloqueado la adquisición de uno de los aviones militares más avanzados del momento: el caza Lockheed Martin F-35. De construcción estadounidense, esta aeronave de quinta generación se mide con el europeo Eurofighter Typhoon, en el que España tiene un papel fundamental como socio del proyecto.

Tanto el F-35 como el Eurofighter son las aeronaves de quinta generación (“casi quinta” para algunos analistas en el caso del europeo) más avanzadas con especial empeño en la guerra electrónica con vistas a la modernización de las operaciones militares. Probablemente, los dos cazas más importantes del mundo en la actualidad y que tendrán un papel fundamental en las próximas décadas.

En este club tan exclusivo también se unen el Sukhoi Su-57 ruso, que comprará Argelia, y el Lockheed Martin F-22 Raptor, cuyo acceso a otras naciones está vetado por el Departamento de Defensa de EEUU por considerarlo tecnología secreta. De confirmarse la adquisición del F-35 por parte de Marruecos, la capacidad militar del país africano se impulsaría de forma extraordinaria.

Buques insignia

Es inevitable comparar a los F-35 con los Eurofighter, y viceversa. Ambas plataformas, partiendo de conceptos realmente diferentes, tienen como misión ser las aeronaves de referencia de las armas aéreas de los ejércitos. Hay que aclarar que, por el momento, Marruecos no ha anunciado nada respecto a la compra de nuevas aeronaves F-35. Eso sí, el nuevo status diplomático reconociendo a Israel abre un campo de posibilidades a tener en cuenta en el terreno tecnológico militar.

Sobre el papel, ambas aeronaves cuentan con capacidades operativas similares en los diferentes apartados. De esta forma, y como especificaciones básicas, el F-35A (la versión de operación en tierra firme equivalente al Eurofighter) tiene un peso máximo de 31 toneladas, es capaz de alcanzar una velocidad punta de Mach 1.6, una altitud máxima de 15.000 metros y un rango de combate que se sitúa en torno a los 1.000 kilómetros.

Por su parte, la punta de lanza española representada por el Eurofighter Typhoon posee un peso máximo al despegue de 23.5 toneladas con velocidad punta de Mach 2 (dos veces la velocidad del sonido) y un crucero rápido confirmado de Mach 1.21. En lo relativo a la altitud máxima operativa, alcanza los 19.812 metros con un rango de acción que va desde los 600 kilómetros a los 1.389; dependiendo de la altura de vuelo a la que se realiza la operación.

En cuanto a equipamiento armamentístico, el extenso porfolio disponible tanto para el F-35 como para el Eurofighter los hacen realmente flexibles. En el caso del segundo y con el paso de los años, los países involucrados han realizado desarrollos conjuntos para ir actualizando al caza con la última tecnología. Ambos pueden equipar todo tipo de misiles con capacidad para atacar a un objetivo en el aire, en tierra e incluso misiles antiembarcaciones.

El F-35 cuenta con un total de 10 anclajes (4 internos y 6 externos) donde se pueden colocar misiles y bombas. Mientras, el Eurofighter Typhoon dispone de 14 compartimentos de anclaje donde se pueden adjuntar armas similares a las del F-35 y también algunos complementos dedicados a la guerra electrónica o tanques que combustible extras.

Otro de los puntos fuertes de ambas aeronaves es su baja huella radar. Las propiedades furtivas son una función clave hoy en día y el F-35 ha demostrado ser el primero de la clase. Gracias a ello, el caza estadounidense tiene potencial suficiente como para pasar desapercibidos ante los radares enemigos e internarse en zonas restringidas.

Por su parte, el Eurofighter no consigue la denominación de furtiva. Sí se han hecho algunos cambios en lapintura para que sea capaz de absorber la radiación del radar y algunas modificaciones en las alas, pero se queda muy por debajo del F-35.

Asimismo, las capacidades de quinta generación permiten crear todo un ecosistema de comunicación y conexión para las distintas operaciones de guerra. Los cazas son un elemento más de toda una infraestructura interconectada de inteligencia donde están presentes las posiciones embarcadas, en tierra firme y otras aeronaves dedicadas a la inteligencia.

Esto es uno de los puntos donde Marruecos, si finalmente se hace con los F-35, tendrá que invertir más recursos debido a que actualmente carece de esta infraestructura, al menos públicamente. Y es de las más complejas a la par que prometedoras. El F-35 en este apartado está un paso por delante del caza europeo.

En las diversas pruebas y entrenamientos que han enfrentado a ambas aeronaves, el Lockheed Martin F-35 ha salido en mejor posición que la propuesta europea. El Eurofighter gana en maniobrabilidad y en tener un planteamiento más flexible a la par que poco delicado (tener dos motores en lugar de uno ayuda). Mientras que el F-35 gana en todo lo demás.

Segunda línea

La Real Fuerza Aérea de Marruecos está inmersa de pleno en un proceso de renovación, actualización y modernización de su flota de F-16. Una aeronave que data de los años 70 pero que hay ido obteniendo nuevas versiones que la dejan en un extraordinario lugar frente a las opciones de quinta generación.

De esta forma, Marruecos tiene planes de actualizar los 23 F-16 que posee de la versión Block 52 a la Block 70. Esta última incorpora mejoras notables desde el punto de vista de guerra electrónica como los radares utilizados por los F-35 y F-22, impulsándole -casi- a una quinta generación desde el punto de vista operativo. Además, se ha actualizado toda la aviónica y cuenta con capacidad de enlace y sincronización con medios en mar y tierra.

Por mero diseño, el F-16V (como así se denomina la versión) se encuadra dentro de los cazas de cuarta generación pero con tecnología avanzada más propia de la quinta. Además de las 23 unidades marroquís actuales en proceso de actualización, se espera que adquieran otras 25 de la versión Block 52, un ‘versión’ algo más antigua.

Por su parte, el Ejército del Aire de España cuenta con el McDonnell Douglas F-18 Hornet, una aeronave que lleva sirviendo en el arma desde 1986 y que actualmente está presente en las Bases Aéreas de Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza y Gando (Gran Canaria). Se trata de un caza de cuarta generación que el Ministerio de Defensa ha ido actualizando regularmente con nuevas y más avanzadas tecnologías.

Frente a los F-16V que tendrá Marruecos a corto plazo, los F-18 españoles se encuentran en un escalón inferior. Los 23 F-16 actuales contrastan con los 52 F-18 de España, una notable mayoría que puede dejar de ser tal si Marruecos considera actualizar los 25 F-16 Block 52 que recibirá próximamente si todo sigue su curso.

En cuanto a especificaciones, el F-16 cuenta con una velocidad máxima Mach 2, un techo de servicio de 15.000 metros y un rango de acción entre los 500 y los 800 kilómetros. Por otro lado, el F-18 español cuenta con una velocidad máxima Mach 1.8, un techo de vuelo de 15.000 metros y una autonomía de 780 kilómetros. Como se puede apreciar, prácticamente calcados.

Donde sí hay diferencia, tal y como hemos comentado, es en el equipamiento extra que Marruecos consigue con las actualizaciones y que les deja notablemente por encima respecto al F-18. A todo eso hay que añadir que Marruecos cuenta también con aviones cazas franceses Dassault Mirage F-1, unas aeronaves más antiguas que fueron modernizadas hace unos años, y los Northrop F-5, que hicieron lo propio a principio de los años 2.000.

Futuro de España

En lo relativo al futuro de España, se espera que los F-18 que operan en Gando (Gran Canaria) sean sustituidos a medio plazo por Eurofighters. Esa precisamente es la intención de Airbus que ya mantiene conversaciones con el Ministerio de Defensa para llegar a un acuerdo lo antes posible.

Los F-18 canarios se encuentran al final de su vida operativa y poder contar con Eurofighters en ese emplazamiento estratégico es clave. Según la propia Airbus, se estima la compra de unos 20 cazas para satisfacer esta necesidad.

Por otra parte, España está integrada -y con un papel relevante- dentro del consorcio europeo que está trabajando en el siguiente caza: el FCAS (Future Combat Air System, Futuro Sistema de Combate Aéreo). Una aeronave que pretende suponer un salto notable respecto al Eurofighter como punta de lanza de la sexta generación y que planea ser introducido para el año 2040.

Dos décadas que se tornan clave para España, que deberá invertir recursos en la continua modernización de los Eurofighter a la vez que va librándose de los F-18 que vayan llegando al fin de vida útil.

Y no terminan aquí los frentes. El Ministerio de Defensa también necesita, urgentemente, buscar un sustituto a los Harrier del ala fija embarcada de la Armada.

Estos cazas de despegue y aterrizaje vertical están también en una situación delicada debido al fin de su vida útil y, todavía, no se ha encontrado un sustituto. Las últimas informaciones apuntaban a que el F-35B (la versión de aterrizaje y despegue vertical) sería el elegido, pero todavía no hay información oficial al respecto.

Fuente: https://www.elespanol.com/


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