Por qué el bombardero B-52 es un avión de combate tan impresionante

El mundo de la aviación no solo implica conocer los secretos acerca de las turbulencias de los aviones o llegar a descubrir algunos de los misterios de la aviación que aún están por resolver. Si hablamos del sector militar, podemos hablar largo y tendido de algunos prodigios de la aeronáutica. Y, en este caso, queremos acercarte a uno de los bombarderos más legendarios de la historia.

Sobrevolando el mundo a lomos del B-52 Stratofortress

Los primeros B-52 Stratofortress empezaron a volar en el año 1952, como aviones que podían recorrer grandes distancias y desplegar el poder de las armas que portaban. Sin embargo, su primer hito fue alcanzado en 1957 con la operación Power Flite. Lo que se pretendía conseguir es permanecer el máximo tiempo en vuelo a través de un sistema de reabastecimiento de combustible en el aire.

El 16 de enero de 1957, cinco bombarderos B-52 despegaron para demostrar el potencial del proyecto, aunque solamente tres regresaron el día 18 de enero a la Base de March de la Reserva Aérea. El éxito era rotundo, ya que habían tardado menos de la mitad de tiempo en completar el circuito entre Estados Unidos, Singapur y la costa del Pacífico, que lo conseguido por el bombardero B-29.

En la década de 1960, esta aeronave transportó armas nucleares que estaban en el aire las 24 horas del día, cerca del espacio aéreo soviético, por si el enemigo intentaba atacar posiciones estadounidenses. Y lo que viene a continuación, quizás te suene. En 1966, durante una maniobra de repostaje aéreo, un B-52 se precipitó al vacío con cuatro armas nucleares del tipo Mk 28, cayendo tres de ellas en la localidad española de Palomares, en cuya playa Manuel Fraga se bañó para demostrar que no existía ningún tipo de contaminación.

Sin embargo, curiosidades aparte, este B-52, aún a día de hoy, es el único avión de reacción en contar con ocho motores Pratt & Whitney, lo que le permite transportar más de 30 toneladas de artillería durante más de 14.000 kilómetros sin tener que repostar. Eso sí, además de estas increíbles cifras, este avión también ha participado en intensos combates, teniendo otro récord al que acogerse.

Durante la guerra de Vietnam, el ejército estadounidense tuvo que enfrentarse a los feroces aviones MiG-21 del enemigo. Conocidos por no dejar títere con cabeza, uno de los pocos aviones que consiguió abatir en vuelo al diablo vietnamita fue, como no podía ser de otra manera, el B-52 Stratofortress. Albert Moore, el artillero de cola de aquella aeronave, es el segundo artillero en derribar un MiG-21 y el último en la historia de Estados Unidos en derribar un avión de combate enemigo.

Fuente: https://www.mundodeportivo.com/


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