PLD y los procesos de luchas gremiales
El Partido de la Liberación Dominicana PLD, fundado el 15 de diciembre 1973, es un partido con una fuerte influencia progresista donde su fundador el profesor Juan Bosch, lucho por la educación de sus miembros mediante el estudio de la historia nacional, expuesta dese el punto de vista del materialismo histórico y por tanto de la luchas de clases, con lo cual contaba con el antecedente del libro la Composición Social Dominicana.
Su líder y fundador el profesor Bosch, buscaba crear las condiciones favorables para sembrar el la clase obrera y profesional un mayor nivel de conciencia social, que le permitiera sustentar un modelo de gobierno con un verdadero sentido social.
Los primeros adeptos fueron miembros del Partido Revolucionario Dominicano PRD, compuesto de una clase media de intelectuales y profesionales, que encontraban en el profesor Bosch, un modelo de liderazgo más sensible ante la realidad que se vivía en ese momento nuestro país. De esa forma surgen los primeros círculos de estudios políticos y estos a su vez se convierten en tierra fértil, permitiendo germinar el liderazgo joven de entonces, que hoy componen el andamiaje gubernamental del partido que más tiempo ha estado en el poder, de manera democrática en la República Dominicana.
Ese liderazgo en su gran mayoría se ejercito en los diferentes círculos profesionales, gremiales y sindicales en la década de los 70, caracterizándose por su postura rígida, su doctrina política “no siempre partidaria” y su espíritu de lucha. Estos gremios han definido hasta el día de hoy muchas decisiones de los gobiernos de turno, sea del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) o el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dejando claro que en la historia gremial de nuestro país, nadie ha luchado tanto por las reivindicaciones sociales como lo ha hecho el PLD. Ese modelo de lucha sindical de la década de los 80, empieza echar raíces en los diferentes movimientos y sindicatos de obreros, donde también hasta el día de hoy conserva su presencia y en algunos casos el control de esos grupos, como nadie lo ha podido lograr. Ese legado de lucha y rebeldía del PLD, se ha quedado en las nuevas generaciones quienes en su idealismo pretenden seguir replicándolo, por ser su fuente de inspiración, dado por sus líderes de ayer, siendo los mejores ejemplos los profesores, médicos, técnicos agropecuarios, abogados e ingenieros.
El ejemplo más importante que le puedo exponer, por ser el del sector aeronáutico, es el de la Asociación Dominicana de Controladores de Tránsito Aéreo ADCA, fundada en 1984. Esta asociación se caracterizo por tener un liderazgo que respondía a esos principios, estaban comprometidos con los suyos, idealizados y con una voluntad de lucha feroz y rebelde. De ese liderazgo se destacaron personalidades que hoy ocupan posiciones importantes dentro del Instituto Dominicano de Aviación Civil IDAC, que pudieron lograr lo inimaginable en la historia de la aviación civil dominicana, el único paro registrado de controladores de tránsito aéreo en abril del 2004, en la antesala de un proceso electoral. El impacto de esas acciones de los valientes, forjaron un mejor destino para sus pares, del cual se disfrutan hoy en día. Lo extraño es que todo por lo que se lucha, por lo que se hizo grande un gremio, por lo que el mismo PLD inculco a ese liderazgo de entonces, reciba de su propia dirigencia gremial histórica, calificativos de indisciplinados y rebeldes, por simplemente ser coherente, intentando replicar los mismos modelos de luchas históricos.
Creemos que el liderazgo político y gremial, no debe mutar tan rápido y echar al vacio una trayectoria de liderazgo como esa, con la única intención de permanecer con el poder político, salario o posición. La clase no debe suicidarse nunca y mucho menos crear condiciones que permitan su autodestrucción, porque por más diferencias que pudieran existir son una familia y su deber es protegerse mutuamente y perpetuar la especie. Todos sabemos que los hermanos pelean, que podemos llegar a tener diferencias y hasta con su madre es posible no estar de acuerdo.
En el caso de los médicos la ministra de salud publica la Dra. Altagracia Guzmán Marcelino es una de las líderes gremiales más influyentes en el sector salud, pero aun ocupando funciones importantes dentro de la administración pública, nunca negó su clase, nunca la abandonó y mucho menos maltrato, porque un liderazgo así no se compromete de esa forma, se debe ser coherente hasta el final. El poder es algo circunstancial y normalmente se vuelve al origen eventualmente, si uno decide conservarse vigente y útil a los suyos, se debe cuidar de no actuar correctamente.
Pero no se le patea o maltrata a quien te brido la vida, ADCA por ejemplo, pario la gerencia que más tiempo ha tenido la Autoridad de Aviación Civil de la Rep. Dominicana, pero son víctimas de la división, el maltrato, y la violencia en todas las formas emocionalmente posible. Ojala llegue el día de la reunificación familiar, que vuelva a ser el gremio que debe ser, donde todos puedan defender su derecho a la libre expresión del pensamiento, sobre la base del respeto a dignidad humana. Nuestro liderazgo, no los jefes, deben recordar la frase de Bosch, “a la patria no se le usa se le sirve” y la patria somos todos.