Paolo Gabriele, ex mayordomo del Papa Benedicto XVI, deberá ir a juicio acusado de robo agravado
Ciudad del Vaticano.- El ex mayordomo del Papa Benedicto XVI Paolo Gabriele, que fue detenido en mayo dentro de una investigación sobre la filtración de documentos que denunciaban la corrupción en el Vaticano, recibió orden el lunes de someterse a juicio acusado de robo con agravantes.En un documento de 35 páginas sobre el caso que sacudió la Santa Sede, el Vaticano reveló también que el mayordomo tenía un cómplice, un experto informático que trabajaba en la burocracia vaticana. A éste, identificado como Claudio Sciarpelletti, se le ha ordenado también ir a juicio acusado de colaborar y complicidad en un delito.
Junto al ciudadano vaticano Gabriele, de 46 años, al que se le imputa ‘robo con agravante’, el juez imputa al ciudadano italiano, empleado en la Secretaria de Estado del Vaticano, Claudio Sciarpelleti, de 48 años, ‘acusado a su vez de haber colaborado y favorecido el robo agravado y de violación de secreto’.
El proceso penal de tres jueces, de los cuales uno es adjunto, se celebrará después del 20 de septiembre, en el que vuelven a abrirse los tribunales vaticanos y la pena que puede recaer, sobre todo a Gabriele, puede ser de 1 a 6 años, aseguró el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, informa EFE.
Sciarpelleti es un técnico informático de la Secretaria de Estado, amigo de Gabriele, que fue investigado un día después de la detención del mayordomo del papa, es decir, el día 24 de mayo, dijo el portavoz del Vaticano.
El técnico estuvo detenido sólo una noche y a la mañana siguiente le pusieron en libertad, porque los magistrados consideraron que no era necesario mantenerlo encarcelado, al contrario de Gabriele, que está en arresto domiciliario desde el 21 de julio y así permanecerá hasta el juicio, dijo Lombardi.
Sobre Gabriele, Lombardi explicó que fue sometido a dos pericias psiquiátricas, una por parte del tribunal vaticano y otra pedida por su abogado defensor, y ambas demostraron que era perfectamente consciente de lo que había hecho y que en todo momento se definió como reo confeso.
Eso sí -explicó el portavoz- tenía un caos en su mente que luego se reflejó en el desorden de los documentos reservados encontrados en su casa situada en el Vaticano.Gabriele admitió haber cometido el delito con el fin de ‘mejorar la situación eclesial que se vive en el interior del Vaticano y nunca para dañar al Iglesia y a su Pastor’, según la sentencia.
Desde su posición -asegura la sentencia- Gabriele relata que podía ‘observar la doble función papal, como vértice de la Iglesia y Jefe del Estado’.Sin embargo sobre Sciarpelleti, Lombardi sostuvo que ‘el único motivo por el que ha sido imputado es porque tenía una relación de amistad con Gabriele y no ha sido considerado como un cómplice’.
‘El (Sciarpelleti) es enviado a juicio porque sus testimonios han sido contradictorios y no se expresó con coherencia’, mantuvo el jesuita.El técnico vaticano se ‘encuentra en libertad, en suspensión cautelar, aunque recibe su salario’, dijo Lombardi.
El escándalo de las filtraciones de documentos reservados de la Santa Sede se desató a principios de año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EEUU, Carlo María Viganó, en las que denunciaba la ‘corrupción, prevaricación y mala gestión’ en la administración vaticana.
A mediados de abril, el papa creó una Comisión Cardenalicia, presidida por el español Julián Herranz, para esclarecer el robo y filtración de cientos de documentos privados, y el 19 de mayo pasado se publicó el libro ‘Sua Santitá’, de Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan tramas e intrigas en el pequeño Estado.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/