Padecimientos cardiacos no es limitante para disfrutar ecoturismo
Santo Domingo.-Para los organizadores de viajes a montañas y excursiones que involucran deportes extremos como rafting, alpinismo, surfing o natación competitiva, es rutina preguntarle al viajero que los solicita si padece alguna enfermedad cardíaca. Si es así, la mayoría de los guías no se compromete a llevarlo, por los riesgos que implica una emergencia en lugares inhóspitos y apartados.Para evitar posibles contratiempos y hasta demandas, muchos organizadores exigen al viajero un examen certificado que indique su estado de salud.
Hay casos conocidos de personas que subiendo el pico Duarte (3,087 metros sobre el nivel del mar) descubren a mitad de camino que sufren de arritmia o insuficiencia cardiacas y han debido abandonar la excursión. Otros pacientes amantes del ecoturismo no viajan al interior por temor a los accidentes, debido a que por lo regular las excursiones incluyen largas caminatas y baños en ríos de aguas muy frías. La precaución es válida: según el Colegio Americano de Medicina del Deporte, “los pacientes con enfermedad de las arterias coronarias demuestran un consumo máximo de oxígeno y una tolerancia al ejercicio inferiores en comparación con sus contrapartes sanos”.
¿Significa esto que deben los enfermos cardíacos reducir al mínimo sus experiencias ecoturísticas? No, sólo es cuestión de seleccionar aquellas que no impliquen riesgos para su salud, que estén ubicadas en lugares de fácil acceso y, por supuesto, que nunca viajen solos.
Cinco destinos ecoamigables con el corazón S i es usted un paciente con serios problemas cardíacos es probable que su médico nunca le recomiende subir a pie al pico Duarte, hacer tirolesa en los cañones de Jarabacoa o llegar hasta lo alto de la loma Isabel de Torres a bordo del teleférico.
Pero no importa, hay muchos otros destinos ecoturísticos en el territorio dominicano a los que puede acceder sin temor, lugares que son, por así decirlo, amigables para el corazón.
LAGUNA MANATÍ, UN PARQUE ECOLÓGICO
De los parques ecológicos recuperados en los últimos años por el Ministerio de Medio Ambiente, Laguna Manatí es uno de los más hermosos y visitados. Sus alrededores, de fácil exploración, invitan al descanso y al disfrute de la naturaleza. En sus 1.5 kilómetros navegables, un lento paseo en bote le llevará a través de claros paisajes en los que reina el verde y sus matices.
Está ubicado en La Victoria, en el municipio Santo Domingo Norte, formando parte del racimo de humedales del río Ozama. Lleve repelente.
EN EL PARQUE NACIONAL DEL ESTE
A los pacientes cardiacos amantes de las caminatas les gustará recorrer el Parque Nacional del Este, de manera especial el Sendero Padre Nuestro, en Bayahíbe, y los caminos rectos y despejados de la isla Saona. En ambos lugares se puede apreciar la rica biodiversidad que esconden sus bosques húmedo y seco.
En cuanto a flora, se han inventariado alrededor de 103 familias y 539 especies, 50 de estas endémicas de la isla; unas 441 nativas y otras 30 introducidas.
Estos montes son también apropiados para la observación de aves; en todo el parque se han registrado unas 112 especies.
LA BOCA, BELLEZA SINGULAR
Las playas con mucho oleaje no son recomendadas para los pacientes con problemas del corazón, pero eso no es inconveniente en República Dominicana, donde abundan para todos los gustos. Una que casi ni olas tiene y es de cómodo acceso es playa Diamante, en María Trinidad Sánchez. Y si quiere una especie de playa pero con agua dulce, también de fácil acceso e indiscutible belleza; en la misma provincia se encuentra La Boca, el ancho balneario junto a la desembocadura del río Arroyo Grande, que empieza a conquistar masivamente a locales y extranjeros.
UN CENOTE EN EL CIBAO: LAGUNA EL DUDÚ
Uno de los ejercicios más recomendados para pacientes cardíacos es la natación. La Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda en su página web la natación no competitiva y nadar en piscina en lugar de playas, pues las playas de mucho oleaje exigen mucho esfuerzo y podrían aumentar la presión.
En este caso, los espacios naturales más recomendables son los charcos de agua, muy abundantes en la región Sur del país, pero lamentablemente son muy fríos, y según la FEC la temperatura del agua debe estar entre 25 y 30 grados, ya que más frías “pueden causar angina de pecho o arritmias en enfermos del corazón” y más altas pueden producir fatiga.
Si quiere nadar en agua dulce y con buena temperatura entonces hay que viajar al norte, a la provincia María Trinidad Sánchez y probar las aguas de El Dudú, la laguna tipo cenote ubicada en el distrito municipal La Entrada. Al llegar, unos escalones artificiales le ayudarán a bajar hasta la piscina natural y un borde de concreto le facilitará introducirse en el pozo. En el lugar, abierto todos los días de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, funciona un restaurante.
LAS GUÁCARAS DE SIERRA PRIETA, EN SÁNCHEZ RAMÍREZ
¿Le atrae la idea de visitar algunas cuevas pero teme cómo llegar a ellas o a lo que pueda encontrar en las oscuras cavernas? Algunas de las guácaras de Sierra Prieta, en Fantino, al este de la provincia Sánchez Ramírez, están a ras de tierra. Si no desea sumergirse en los oscuros pasillos, en el farallón calizo de la loma se conservan petroglifos que podrá observar y estudiar a la luz del sol.