Observatorio ALMA que permite descifrar los misterios del universo es inaugurado en Chile
San Pedro de Atacama, Chile.- El observatorio ALMA, el mayor complejo astronómico del mundo, desplegó hoy oficialmente sus antenas en el norte de Chile, desde donde permitirá descifrar los misterios del universo, desde el origen del cosmos a la formación de planetas y estrellas.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, y el director de ALMA, Thijs de Graauw, dieron hoy la partida formal a sus operaciones desde el centro de apoyo, situado a 2.900 metros de altura y a unos 40 kilómetros de la turística localidad de San Pedro de Atacama.
Desde allí, se escenificó su puesta en marcha con un contacto en directo con el Llano de Chajnantor, a 5.200 metros de altitud, donde se encuentran las antenas, que se movieron al unísono para apuntar directamente hacia el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
‘Es sin duda el radiotelescopio más grande del mundo y nos va a permitir expandir las fronteras del conocimiento y adentrarnos en los secretos del origen y del destino del universo’, resaltó Piñera, que parafraseó la famosa frase que pronunció Neil Armstrong al llegar a la Luna.
‘Los desafíos de ALMA están en la aceleración y la expansión del universo y en cómo se formaron las galaxias y planetas. ALMA también va a ayudarnos a entender la química del universo de forma exhaustiva’, señaló por su parte Ryohei Kawabe, científico jefe del observatorio.
Este complejo astronómico, que cuenta actualmente con 57 de sus 66 antenas ya instaladas, es fruto de una asociación entre Norteamérica, Asia del Este y Europa, que han invertido un total de 1.400 millones de dólares en su construcción.
Estos radiotelescopios no captarán la luz visible, sino las ondas milimétricas y submilimétricas, por lo que pueden trabajar día y noche y serán capaces de penetrar en las nubes de polvo, hasta donde en muchas ocasiones los telescopios normales no pueden ver.
Esto permitirá a descubrir los enigmas del universo más frío y lejano y descubrir cómo se forman los planetas y las estrellas que nacen en esas polvorientas concentraciones.
Además, las antenas de ALMA, 54 de ellas de doce metros de diámetros y otras doce de siete metros, funcionan como un interferómetro gigante y se pueden desplegarse hasta dentro de un diámetro de 16 kilómetros en el Llano de Chajnantor.
Este inhóspito lugar, situado en el desierto más árido del mundo, se eligió por su extrema sequedad, ya que el vapor de agua absorbe la luz de las ondas milimétricas y submilimétricas y distorsiona las señales que llegan del espacio.
Fuente: http://www.diariolibre.com/