No soy un “Periodista Aeroportuario”

No soy un “periodista aeroportuario”. Pero no porque no sea periodista o no sepa de aeropuertos, sino porque así lo decretaron un Gerente de la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (AERODOM), y los miembros del Círculo de Periodistas Aeroportuarios.

“No es bueno pisarse la manguera entre bomberos” y “la ropa sucia se lava en casa”, son dos refranes muy populares que, desde mi punto de vista, entrañan grandes verdades con respecto a cómo deben manejarse los asuntos familiares y profesionales. Pero lamentablemente, los “Periodistas Aeroportuarios” no me ven como uno de los suyos, y por eso trato este asunto de manera pública.

En el Aeropuerto Internacional de Las Américas “Dr. José Francisco Peña Gómez”, al igual que en otros importantes aeropuertos del mundo, desde hace muchos años se ha permitido la acreditación de periodistas. En la misma laboraron, en algún momento de sus respectivas carreras, grandes pilares de la comunicación social en la República Dominicana, tales como: Guillermo Gómez, Daniel García Archibald, y Leoncio Compres.

La importancia de dicha acreditación en esa terminal aeroportuaria, resultarían obvias para cualquier ciudadano medianamente informado; así que no vale la pena abundar en ese sentido. Más relevante sería para un medio dedicado exclusivamente a la difusión de noticias e informaciones exclusivas sobre transporte, comercio exterior, y logística; como es el caso de El Transporte.

De modo que, además de reseñar los aspectos técnicos y operacionales involucrados en estas actividades específicas, resulta de gran valor noticioso destacar las incidencias diarias ocurridas en puertos y aeropuertos.

En tal sentido, hicimos una solicitud para ser acreditado como reportero en el AILA, mediante comunicación escrita a la Directora de Relaciones Públicas de AERODOM, el 7 de junio de 2008. Tomé dicha decisión asumiendo lo delicado que resulta cubrir esta fuente, además de mi calidad de Director. Fui comunicado por vía telefónica por la propia Directora de Relaciones Públicas, en horas de la tarde del 16 de junio de 2008, acerca del rechazo de la misma.

Ante mis reclamos de que las razones del rechazo de esta solicitud me fueran expresadas por escrito, es decir de la misma forma que presenté mi solicitud; y luego de escuchar alegatos poco convincentes, se me refirió al Gerente aludido en el párrafo inicial, a quien dirigí una carta el 16 de junio, solicitando las explicaciones de lugar.

Su respuesta escrita en papel timbrado de la empresa AERODOM, de fecha 23 de junio del 2008, y recibida en nuestras oficinas el día 25 de junio, fueron los dos escuetos párrafos citados a continuación: “Muy a nuestro pesar le informamos que su solicitud de fecha 16 de junio del 2008 para acceso al Aeropuerto Internacional de las Américas, Dr. José Francisco Peña Gómez, a su favor no puede ser complacida por esta empresa, en razón de que no cumple con los requerimientos establecidos en el procedimiento aplicable a solicitudes de esta naturaleza”. “Bajo todas las reservas de este Departamento”.

Puedo entender perfectamente la actitud de ese empleado de AERODOM, a su vez alto funcionario del Estado Dominicano, pues con el discurrir del tiempo hemos tenido dos (2) confrontaciones profesionales, las cuales él parece ha extrapolado al plano personal, y que no considero propicio tratar en esta ocasión. A propósito del desempeño de esta persona, quienes se interesen pueden buscar la información reseñada por el Periódico Diario Libre, en la página no. 25 de la edición del viernes 7 de diciembre de 2001.

Pero no obstante, ante las pocas explicaciones y las dudas que podría dejar acerca de mi moralidad esta comunicación, la cual parece propia del estilo y arbitrariedades con los que se atropellaba al pueblo dominicano en épocas felizmente superadas gracias a la gallardía de nuestra gente; el mismo día 25 de junio, dirigimos una carta a la Directora Ejecutiva del Consorcio AERODOM, siendo la respuesta el silencio, hasta el día de hoy. En esta misiva, reclamé de manera enfática el esclarecimiento de la frase “Bajo todas las reservas de este Departamento” empleada por el susodicho Gerente.

De igual modo, y como vivimos en un nación acostumbrada a “fabricar expedientes”, con la finalidad de descartar y matar moralmente a las personas que tratan de vivir con cierta dignidad; en esa misma fecha solicité al Jefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) que se me hiciera una profunda depuración que determinara si en mi contra existe algún tipo de impedimento que me impida el acceso a las aéreas restringidas de los aeropuertos.

Luego de la verificación de antecedentes penales y delictivos correspondientes, al igual que pruebas para determinar consumo de sustancias narcóticas, el CESA afirmó mediante Certificación del 14 de agosto de 2008, que no existen objeciones legales que me impidan laborar en cualquier aeropuerto de la República Dominicana.

LOS PERIODISTAS AEROPORTUARIOS Y AERODOM

Lo que sí me resulta difícil entender es la actitud de los periodistas acreditados en esa fuente, quienes están organizados en el “Círculo de Periodistas Aeroportuarios”. En fecha 9 de junio de 2008, tan pronto como entregué la comunicación dirigida a la Directora de Relaciones Públicas de la empresa AERODOM, llevé una copia de la misma a la Sala de Prensa del AILA, la cual fue recibida por uno de los “Periodistas Aeroportuarios”, quien me manifestó que “el caso sería tratado de inmediato”, ya que se encontraban presentes todos los miembros del Círculo.

Luego, en fecha 11 de julio de 2008, escribí una atenta carta a los miembros del Círculo de Periodistas Aeroportuarios, manifestándome a sus órdenes, a la vez que les solicité información relativa a la acreditación de periodistas en el AILA. Su respuesta, luego de más de dos meses, también ha sido el silencio. Siempre escuché del hermetismo y celo con los cuales se defendía esta fuente periodística, y me resistía a creerlo. Ahora entiendo que actuaba con mucha ingenuidad.

AERODOM y los “Periodistas Aeroportuarios” deben manejarse con más transparencia. Y para que se entienda como es tratado en otros países este delicado tema, los exhortamos a leer el “Procedimiento para la Atención y Acreditación de Medios de Comunicación en el AICM” (Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), el cual está disponible en el internet en la dirección: www.aicm.com.mx/Obligaciones/Archivos/MP-Acredit-Medios-Com.pdf En cuanto a los “Periodistas Aeroportuarios”, por ética profesional prefiero no hacer comentarios.

Respeto la trayectoria de cada uno de ellos, y muy por el contrario, les reitero mi disposición de estar siempre a sus órdenes. Tampoco es mi intención entrar en debates sobre lo que consideran algunos tratadistas acerca de qué se considera periodismo especializado, o una fuente periodística especializada.

LAS RAZONES DE MI RECHAZO

Siento que se me ha discriminado, y espero que los nuevos accionistas de AERODOM presten atención a todo lo relativo al manejo de la prensa en sus aeropuertos, especialmente en el AILA. Sería lamentable siquiera pensar que estemos en presencia de una especie de “nepotismo” de esa fuente periodística.

Y quiero que se entienda que esta situación, más que perjudicarme de manera personal, pueden ser indicios de cómo se atropella el libre ejercicio a tratar de ejercer un periodismo objetivo e independiente.

Finalmente, creo que he entendido algunas de las razones, de mi rechazo como un “Periodista Aeroportuario”: Quizás por haber tenido la suerte de contar en mis estudios de periodismo, con personalidades como el Dr. Mariano Lebrón Saviñón, el Mayor General ® Dr. Manuel Antonio Cuervo Gómez, el Lic. Adriano de la Cruz, el Lic. Carlos Márquez, el Ingeniero Guillermo Caram, o de los fenecidos Doña Lucy de Silfa y el Dr. Salvador Pittaluga Nivar, entre otros.

Probablemente me perjudique mi trayectoria como servidor público por cerca de veintitrés años, y no conocer lo que es el “macuteo”. En ese transcurrir, con gran orgullo he laborado para las Fuerzas Armadas Dominicanas, incluyendo el Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA); el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC); el Departamento Aeroportuario; y la Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM).

No, creo que más bien obran en mí contra los cerca de veinticinco años relacionados con diferentes aspectos de la aviación civil. Y sobre todo, realizar estudios especializados en diferentes tópicos en diversos países, avalados por organismos internacionales, tales como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), o el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI). O haber obtenido una licencia como Despachador de Aeronaves, avalada por la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos de América.

¡QUÉ GRAN PAÍS SOMOS!


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