No es un Helipuerto Ecológico
El recién inaugurado Helipuerto Santo Domingo ha sido promovido por sus auspiciadores como un “helipuerto ecológico”. Parece que el Lic. Andrés Van Der Horst Requena, Director Ejecutivo del Departamento Aeroportuario, y sus asesores, no valoraron la trascendencia de esa denominación.
De manera particular, nos recuerda la ligereza con la que se promovió en los medios de comunicación uno de los aeródromos reacondicionados por esa entidad, y en la que se destacaba como una de sus principales características el hecho de tener “umbral desplazado”.
No se puede considerar que un aeropuerto o helipuerto es “ecológico” por el simple hecho de que en su construcción sean utilizados materiales que estén acordes con el entorno, o porque se siembren algunos árboles propios de la flora de esa demarcación. La construcción de un aeródromo o helipuerto supone la utilización de aeronaves.
Y es lógico que la operación de estas influya de manera significativa en la producción de daño ecológico. De hecho, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) desde comienzos de la década de los setenta comenzó a dictar normas sobre la protección del medio ambiente, de manera concreta acerca del ruido y emisiones de los motores de las aeronaves. Y no puede considarse ecológico, un helipuerto para el cual no se haya efectuado un estudio de impacto ambiental.
Lo anterior queda evidenciado en la Constancia Ambiental DEA 0572-07 firmada por el Dr. Max Puig en fecha 14 de agosto del 2007, en sus funciones de Secretario de Estado de Medio Ambiente, y de la cual citamos el siguiente párrafo: “Se ha determinado, luego del análisis previo que para la ejecución del citado proyecto NO SE REQUIERE DE UN ESTUDIO AMBIENTAL, debido a que satisface los criterios de exclusión de esta Secretaría de Estado y a que la magnitud y significación de los posibles impactos ambientales del mismo no son relevantes, siempre y cuando el promotor cumpla con las normas ambientales y regulaciones vigentes en el país”. En éste helipuerto se suministrará combustible a las aeronaves.
De igual modo, en alguna ocasión algún helicóptero sufrirá algunas averías que requerirán efectuar las operaciones necesarias para su mantenimiento. Nos preguntamos, si el hecho de tener plataformas sin concreto o asfalto, más que una ventaja ambiental, se convertirá en un factor negativo pues no existirá forma de impedir que los derrames de combustibles y aceites vayan de manera directa al subsuelo.
Entiendo firmemente que este no es un helipuerto ecológico, y más bien me parece que es el menos ecológico de todos los helipuertos de la República Dominicana.