NASA revela algunas de las imágenes más asombrosas del universo
Bajo el título “Chandra de la NASA abre el tesoro de las delicias cósmicas”, la agencia espacial compartió distintas postales impactantes del universo, donde se observa una selección de imágenes reconstruidas por distintos telescopios y misiones que muestran varios tipos de objetos como galaxias, restos de supernovas, estrellas y nebulosas planetarias.
“Esta compilación ofrece ejemplos de imágenes de diferentes misiones y telescopios que se combinan para comprender mejor la ciencia del universo. Cada una de estas imágenes contiene datos del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, así como de otros telescopios”, explicaron desde la NASA.
Y agregaron: “La humanidad tiene ‘ojos’ que pueden detectar diferentes tipos de luz a través de telescopios alrededor del mundo y una flota de observatorios en el espacio. Desde ondas de radio hasta rayos gamma, este enfoque de la astronomía de ‘longitud de onda múltiple’ es crucial para obtener una comprensión completa de los objetos en el espacio”.
M82
Se trata de una galaxia que está orientada al borde a la Tierra. Esto les da a los astrónomos y sus telescopios una visión interesante de lo que sucede cuando esta galaxia experimenta estallidos de formación estelar. Los rayos X de Chandra (que aparecen en azul y rosa) muestran gas en flujos de salida de unos 20.000 años luz de largo que se ha calentado a temperaturas superiores a diez millones de grados por repetidas explosiones de supernovas. Los datos de luz óptica del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, en rojo y naranja, muestran la galaxia.
Abell 2744
Los cúmulos de galaxias son los objetos más grandes del universo que se mantienen unidos por la gravedad. Contienen enormes cantidades de gas sobrecalentado, con temperaturas de decenas de millones de grados, que brilla intensamente en rayos X, y se puede observar a millones de años luz entre las galaxias. Esta imagen del cúmulo de galaxias Abell 2744 combina rayos X de Chandra (emisión azul difusa) con datos de luz óptica del Hubble (rojo, verde y azul).
Supernova 1987A
El 24 de febrero de 1987, los observadores en el hemisferio sur vieron un nuevo objeto en una galaxia cercana llamada Gran Nube de Magallanes. Esta fue una de las explosiones de supernova más brillantes en siglos y pronto se conoció como Supernova 1987A (SN 87A). Los datos de Chandra (azul) muestran la ubicación de la onda de choque de la supernova, similar al boom sónico de un avión supersónico, interactuando con el material circundante a unos cuatro años luz del punto de explosión original. Los datos ópticos del Hubble (naranja y rojo) también muestran evidencia de esta interacción en el anillo.
Eta Carinae
Para los astrónomos, Eta Carinae es uno de las candidatas para convertirse en la próxima estrella de nuestra Vía Láctea en explotar como supernova, un sistema volátil que contiene dos estrellas masivas que orbitan estrechamente entre sí. Esta imagen tiene tres tipos de luz: datos ópticos del Hubble (que aparecen como blanco), ultravioleta del Hubble y rayos X de Chandra (que aparecen como una emisión púrpura). Las erupciones anteriores de esta estrella han resultado en un anillo de gas emisor de rayos X caliente de unos 2,3 años luz de diámetro que rodea a estas dos estrellas.
Galaxia Cartwheel
Esta galaxia se asemeja a un ojo de buey, lo cual es apropiado porque su apariencia se debe en parte a una galaxia más pequeña que pasó por el centro de este objeto. La violenta colisión produjo ondas de choque que barrieron la galaxia y desencadenaron grandes cantidades de formación de estrellas. Los rayos X de Chandra (púrpura) muestran que el gas caliente perturbado inicialmente alojado en la galaxia Cartwheel es arrastrado a más de 150.000 años luz por la colisión. Los datos ópticos del Hubble (rojo, verde y azul) muestran dónde esta colisión pudo haber provocado la formación de estrellas.
Nebulosa de la Hélice
Cuando una estrella como el Sol se queda sin combustible, se expande y sus capas externas se inflaman, y luego el núcleo de la estrella se encoge. Esta fase se conoce como “nebulosa planetaria” y los astrónomos esperan que nuestro Sol experimente esto en unos 5 mil millones de años. Estas imágenes de la Nebulosa de la Hélice contienen datos infrarrojos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA (verde y rojo), luz óptica del Hubble (naranja y azul), ultravioleta del Explorador de Evolución de la Galaxia de la NASA y rayos X de Chandra (que aparecen en blanco) que muestran la estrella enana blanca que se formó en el centro de la nebulosa. La imagen tiene unos cuatro años luz de diámetro.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/