NASA ha ‘perdido’ un agujero negro y estudian si está “en retroceso”

La agrupación galáctica Abell 2261 se encuentra a 2.700 millones de años luz de la Tierra, pero esta distancia no debería ser un problema para que la NASA encontrase lo que se cree uno de los mayores agujeros negros supermasivos del universo. Según han explicado en un comunicado, estos objetos tienen una masa proporcional a la de la propia galaxia y estamos ante una de las más grandes contempladas hasta la fecha: su agujero negro debería tener una masa entre 3.000 y 100.000 millones la del Sol.

Abell 2261 posee más estrellas de lo esperado por su tamaño (casi cerca del límite que los científicos estiman como posible) y, además, estas se encuentran “sorprendentemente” lejos del centro de la galaxia, a unos 2.000 años luz. Sin embargo, ni rastro de agujero negro, y eso que lo han buscado durante años con el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y el Telescopio Espacial Hubble.

No han detectado ningún material que se sobrecalentara a medida que caía hacia el agujero negro y produjera rayos X. Ahora, el equipo liderado por Kayhan Gultekin de la Universidad de Míchigan investiga si no estarán ante un agujero negro “en retroceso”, expulsado del centro de la galaxia anfitriona.

Un agujero negro en retroceso

Entre las teorías que barajan, figura que Abell 2261 se formara violentamente por la fusión de dos galaxias. Así, los agujeros negros de cada una de ellas se unirían formando uno aún más enorme.

Cuando los agujeros negros se fusionan, producen ondas gravitacionales, que podrían haberle desplazado del centro y enviado en la dirección opuesta: convirtiéndose en un “agujero negro en retroceso”. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado ninguna evidencia científica y solo se ha verificado la fusión de agujeros negros mucho más pequeños.

Durante la fusión de un agujero negro supermasivo, cada galaxia se hundiría hacia el centro. Las órbitas comenzarían a encogerse y la fuerza del nuevo agujero negro expulsaría a las estrellas circundantes hacia fuera. Algo que parece encajar con la estructura de Abell 2261. “Por tanto, el misterio de la ubicación de este gigantesco agujero negro continúa”, asegura la NASA. Esperan encontrar más respuestas con el Telescopio Espacial James Webb que lanzarán al espacio el próximo octubre de 2021, según Space.com.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/


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