Nadie quiere comprar avión de ex Secretario de Transporte argentino
Argentina.- El periódico Clarín reveló en su edición de ayer que tres empresarios pusieron plata para la compra del Lear Jet matrícula N786YA que Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte, usaba como propio. Ese es el avión que la Justicia sigue de cerca en la investigación contra el ex funcionario por presunto enriquecimiento ilícito. Y según pudo constatar este diario, el avión seguía ayer en venta, estacionado en un hangar del aeropuerto de Stuart, a 45 minutos de Miami.
Los empresarios allegados a Jaime pagaron por ese avión 4 millones de dólares. Y si bien está en venta desde mediados de este año, el viernes la empresa East Coast Jet Center volvió a publicar el aviso de venta en sitios especializados en aeronáutica.
Todo indica que no parece nada fácil encontrarle un nuevo dueño al avión más famoso del kirchnerismo. Incluso, se puede ver el avión en la página inicial de la web de la empresa, en un apartado especial de novedades. Además, se asegura que el avión está disponible de “manera inmediata”.
El último vuelo del Lear Jet fue hace 49 semanas, el 7 de diciembre de 2009. A mediados de este año, el juez federal Norberto Oyarbide le reiteró a la Interpol que el avión tiene vigente un pedido de secuestro e interdicción debido a que fue embargado por la Justicia argentina. Pero el Lear Jet continúa en el mismo lugar.
El avión había sido traído a la Argentina por Macair, la empresa aeronáutica de Franco Macri, e iba a formar parte de su flota, al menos en lo formal. La operación llegó a manos de Carlos Colunga, gerente de esa empresa por parte de Manuel Vázquez. El objetivo de Colunga era tener llegada directa al despacho principal de la Secretaría de Transporte y así obtener facilidades en la obtención de permisos y habilitaciones correspondientes para la explotación del mercado aeronáutico, algo en que la empresa macrista tenía dificultades. Desinteligencias internas y una amenaza de Vázquez a Colunga por diferencias económicas, determinaron que el avión terminara en el hangar de la empresa Aerorutas. Fue ese el principio del fin.