Militares, embajadores y diplomáticos abandonan a Gadafi

El régimen de Gadafi se está desmoronando. Libia puede decirse que es en estos momentos un país en guerra: miles de ciudadanos huyen hacia Egipto o Túnez, aviones bombardean las ciudades, francotiradores disparan a discreción, los libios desafían a su presidente protestando por las calles y los que hasta ahora eran hombres de confianza del dictador se apartan de él y apoyan la revolución del pueblo.

Si ayer el ministro del Interior anunció su dimisión e instó a las fuerzas armadas a unirse al pueblo en su lucha por sus legítimas demandas, hoy militares, embajadores y otros diplomáticos de alto nivel han seguido este consejo y se han desmarcado de Gadafi.

Oficiales del Ejército libio de la zona de Al Yabal al Ajdar, en el noreste del país, han anunciado hoy que ya forman parte de la revolución del pueblo, en un vídeo difundido por los canales de televisión árabes Al Yazira y Al Arabia. ‘Nosotros los oficiales y los soldados de las fuerzas armadas en la dirección de la zona de Al Yabal al Ajdar anunciamos nuestra unión total a la revolución popular’, ha dicho un portavoz militar de las Fuerzas Armadas libias en esa zona, cuyo nombre no ofrecen las cadenas. El portavoz ha anunciado, además, el compromiso de esos militares en trabajar para proteger la seguridad de las instalaciones públicas y privadas en la zona. Además, ha asegurado que las Fuerzas Armadas en Al Yabal al Ajdar, cuya capital es al Baida, están bajo el dominio del pueblo.

Fuentes citadas ayer por la cadena qatarí Al Yazira hablaban ya de que los opositores al régimen se habían hecho con el control de Al Baida, situada entre Bengasi y la frontera con Egipto. Por su parte, el responsable de relaciones generales del Ministerio de Interior libio, Naji Abu Hrus, advirtió de que en Al Baida se había proclamado la creación de ‘un emirato islámico’.

En las últimas horas, por lo menos ocho embajadores libios y otros diplomáticos de alto nivel han renunciado a sus cargos disconformes con la represión de las protestas populares contra el régimen del líder libio Muamar el Gadafi, según Al Yazira. Asimismo, el ministro de Interior libio y general del Ejército, Abdul Fatah Yunis, anunció ayer su dimisión e instó a las fuerzas armadas a unirse al pueblo en su lucha por sus legítimas demandas, según la cadena qatarí.

Intento de magnicidio

Y para colmo, el hasta ayer ministro del Interior, general Abdul Fatah Yunis, ha desvelado hoy que un asistente de Muamar el Gadafi disparó contra el líder libio recientemente, pero hirió por error a otra persona. La revelación ha sido hecha por Yunis en declaraciones a la cadena emiratí de televisión Al Arabiya. Yunis ha dicho a la emisora que el asistente de Gadafi, al que no identificó, disparó contra el líder libio en una reciente concentración política. Al Arabiya no ha detallado cuándo y dónde se produjo el hecho, aunque ha señalado que el ayudante erró en sus disparos.

El exministro también ha aventurado que Gadafi probablemente no dejará el país, aunque existe la posibilidad de que acabe suicidándose. ‘El régimen de Gadafi se ha acabado’, ha agregado en las declaraciones telefónicas reproducidas por la cadena. También ha señalado que ha ordenado a sus hombres que no encañonen sus armas contra la población libia y ha dicho que no era responsable de la sangrienta represión de las protestas políticas que han causado centenares de muertos. Asimismo, ha afirmado, sin dar detalles, que las tribus libias están apoyando la revuelta popular.

Yunis era uno de los más estrechos colaboradores de Gadafi y formaba parte del movimiento de los entonces coroneles que, junto a él, llevaron a cabo un golpe de Estado para acceder al poder en 1969.


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