Miguel Rosado y Gabriel Medina harían lo que nunca se ha hecho en la aeronáutica dominicana

Si el ingeniero Miguel Rosado Montes de Oca fuese designado director general del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), acompañado por el piloto aviador Gabriel Medina Felipe como subdirector general; no tenemos la menor duda que el destino, de la hasta ahora desdichada aviación civil dominicana, podría ser otro.

En estos momentos en que de manera muy hermética el Presidente Constitucional electo, licenciado Danilo Medina, trabaja en la conformación del gabinete que le acompañará a partir del 16 de agosto próximo; nos hemos aventurado a tener un sueño, como dijera Martin Luther King, Jr., aquel insigne luchador norteamericano de los derechos civiles.

Sin pretender ofender o denostar a ninguno de los muchos aspirantes a dirigir el IDAC, y peor sin saber si estas dos personalidades estarían en disposición de aceptar esas designaciones, tenemos la convicción que esa pareja no tendría contendores.

Honestidad, profesionalización al más alto nivel, conciencia crítica, sensibilidad humana y social, y el carácter necesario para poner a cada cosa y persona en su lugar; son características comunes a ambos, que necesariamente pondrían al servicio de los mejores intereses de la aviación civil.

Y de seguro que no andarían como muchos, cabildeando cualquier viajecito, de manera tan descarada que si no pueden ir a Martinica, lo cogen aunque sea a La Matica.

Ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), al igual que de la Universidad del Caribe, Miguel Rosado es ingeniero aeronáutico con especialidad en turbinas de aeronaves, graduado en una prestigiosa universidad en Kiev, Ucrania.

Por su parte, Gabriel Medina Felipe es un piloto aviador egresado como oficial académico de la Fuerza Aérea Dominicana, que también voló los más avanzados equipos de la desaparecida Compañía Dominicana de Aviación; y luego trabajó en grandes aerolíneas extranjeras, hasta su retiro hace apenas un año de Singapore Airlines, en la cual permaneció por más de veinte años y llegó a volar aviones de la categoría del Airbus A340-500.

Aunque reconocemos que algunos amigos nos dirán que escribir esto no es pragmático, esta es nuestra humilde opinión y exhortamos a quienes tengan sus “palés” que se animen a hacerlos público con toda responsabilidad, para lo cual El Transporte está a sus órdenes, y ¡Vueltas al globo!


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