Mercado de ventas de vehículos en Rusia es un sube y baja
Moscú.-El mercado ruso es como una enorme montaña rusa, valga la redundancia. A cada rápida subida, sigue una bajada. Y en esto último es en lo que está ahora. En plena bajada.
La previsión es que el mercado se quede este año en los 2,6 millones de unidades, después de haber completado 1.410.606 unidades en los primeros siete meses. Muy lejos, por tanto, de los más de tres millones y medio que se barajan para Alemania.
Fue en el mes de julio de 2008 cuando las ventas de automóviles en Rusia superaron a las de Alemania. Pero llegó septiembre, la caída de Lehman Brothers, y el terremoto afectaron a Rusia como si Wall Street fuera una avenida moscovita.
Antes de aquel fatídico mes, los analistas de mercados aseguraban un crecimiento del mercado ruso hasta los seis millones de vehículos en 2014. Claro que eran los mismos que se habían inventado el termino BRIC (Brasil, Rusia, India y China) para señalar las cuatro economías emergentes que iban a tirar, cuando menos, de la industria mundial de automóvil. De ellas, sólo China ha mantenido sus promesas de forma consistente.
Desde entonces, el mercado ruso se ha mantenido por debajo de la mitad de las previsiones, frustrando las esperanzas de losfabricantes que realizaron grandes inversiones para intentar sacar partido del que se iba a convertir en el primer mercado europeo.
General Motors, que ya ha comunicado que va a ralentizar el ritmo de las suyas, Ford, el Grupo Volkswagen, BMW, PSA Peugeot-Citroën, Mitsubishi, Hyundai y Kia, algunas marcas chinas y, sobre todo, Renault y Nissan, hicieron fuertes inversiones para producir localmente.
Ahora, podría darse el caso que pudieran sacar partido de su presencia industrial en Rusia, una vez que el Gobierno ha asegurado que no tomará represalias contra las compañías extranjeras de países que han anunciado sanciones económicas contra Rusia, siempre que hayan realizado inversiones en el país. Esa es la gran esperanza de Renault y de Nissan, que controlanAutoVaz, el principal fabricante ruso.
Éste, que comercializa los Lada, ha visto como sus ventas no dejan de descender. La marca rusa mantenía en julio de 2008 el 23,5% de penetración en el mercado. Seis años más tarde, tiene el 18,7% después de una caída de las ventas del 16% (seis puntos por encima de la del mercado global) entre enero y julio.
Hasta ahora, se decía que el comprador ruso de automóviles era muy fiel a sus marcas y que estaba dispuesto a esperar e incluso pagar algo más por el coche que quería.
Pero, a juzgar por los desplazamientos de la demanda entre las marcas, la relación contenido-precio parece que se está imponiendo, lo que indica una madurez por parte del comprador que, en un 50% de las casos, adquiere el coche financiado.
Con todo, Lada sigue siendo líder de mercado, por delante de Kia, Renault, Hyundai, Toyota y Nissan. Chevrolet, que durante años se ha mantenido detrás de Lada, ha descendido al octavo puesto, detrás de Volkswagen y por delante de Skoda. Y lo mismo le ha pasado a Volvo, que en 2008 era líder entre los constructores premium, pero que se ha visto desplazada por Mercedes, Audi y BMW.
Seat, que cambió de importador hace dos años, figura en un muy retrasado puesto 41 con sólo 1.044 vehículos vendidos en lo que va de año. Además, podría verse afectada por el veto a las importaciones ya que no fabrica sobre el terreno. Aunque la que parece que podría resaltar más perjudicada es Mercedes que, hasta julio incluido, había vendido 32.000 coches y furgonetas en el país.
Lo que sí se ha racionalizado en Rusia ha sido la importación de automóviles usados, un canal que durante mucho tiempo absorbió prácticamente el 50% del mercado. Ahora, los aranceles con los que el Gobierno ruso penaliza estos coches y la necesidad de cumplir, al menos, con la norma Euro III, las ha reducido al mínimo.
Que el mercado ruso tiene potencial, es indudable. Pero resulta difícil de estimar cuándo podrá alcanzar ese volumen de seis millones, con el que entraría en un proceso de saturación en el que las ventas serían para reemplazar el coche viejo. Si la economía rusa se estabiliza, podría pensarse que ocurrirá después de 2020.
Fuente: http://www.elmundo.es/