Menopausia y Obesidad: Un Enfoque Integral para la Salud de la Mujer

En cada etapa de la vida, incluyendo la menopausia, la presencia de obesidad va a tener connotaciones importantes. La menopausia se define por el cese de los periodos menstruales. Es un evento bien definido en el tiempo. Ocurre a una edad media de 51 años y es una de las etapas críticas de la mujer que favorece el acúmulo de grasa.

La prevalencia mas elevada de obesidad se encontró en UN 33.7%, en el grupo de mujeres entre 55-60 años (SEEDO-97), y en “The Womans Health Iniciative” de EEUU, se observó un índice de masa corporal (IMC) mayor de 27 kg/m2 en el 44.6% de las más de 90,000 mujeres entre 50-70 años.

Las causas de éste problema son múltiples. Unas se relacionan con el hipoestrogenismo y otras dependen de la edad, condicionando un aumento de la ingesta y una disminución del gasto energético.

Este aumento de peso se asocia a consecuencias adversas para la salud que se agravan por los cambios de distribución de grasa que se observan. El exceso de grasa visceral aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), hipertensión arterial (HTA), dislipidemia –síndrome metabólico- y esto aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Causas relacionadas con la edad

El gasto energético basal disminuye con la edad al disminuir la masa muscular. A esto se asocia, en general, una reducción progresiva de la actividad física llevando a un balance energético positivo si se mantiene la misma ingesta alimentaria. Esto conlleva a aumento de peso.

Causas relacionadas con el hipoestrogenismo

La leptina es una proteína segregada en el tejido adiposo e informa al cerebro de la magnitud de las reservas energéticas. Para igual grado de adiposidad las mujeres tienen niveles más elevados de leptina que los hombres. Los estrógenos intervienen en la regulación de esta hormona estimulando su secreción. Los estrógenos también parecen intervenir en la regulación del apetito. La sensación de saciedad estimulada por colecistoquinina (CCK) se ve aumentada por estrógenos. Otros neuropéptidos se han relacionado con ciertas preferencias de las mujeres con menopausia por los alimentos grasos (Galanina), y por hidratos de carbono (Neuropéptido Y).

Aún conociendo estos factores, no está claro porqué algunas mujeres son especialmente vulnerables a una ganancia de peso rápida e importante en esta etapa. Se habla de factores genéticos,

socioeconómicos y relacionados con la historia menstrual y reproductiva, el comportamiento alimentario y la actividad física. Varios estudios que estiman grasa intrabdominal han demostrado aumento de la grasa en zona troncal durante la menopausia.

Dentro de los factores de riesgo, la HTA parece tener una prevalencia superior en mujeres postmenopáusicas que en varones de la misma edad. Los resultados de un estudio nos muestra una prevalencia de 38% en mujeres con obesidad vs un 29% sin obesidad. El patrón de dislipemia en mujeres climatéricas con obesidad es el típico de la obesidad androide, siendo lo más característico la elevación de los triglicéridos y la disminución del HDL colesterol. La menopausia es considerada por sí misma un factor de riesgo cardiovascular.

Esforzarse en mantener balance energético negativo o neutro y masa muscular adecuada mediante un mínimo de 150 minutos/semana de actividad física de intensidad moderada y 2-3 días de ejercicio de fuerza, además de una alimentación saludable: moderada, variada y equilibrada, puede ser protectores contra las consecuencias de ganancia de peso en esta etapa de vida. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@sodonuclim.org / @sodonuclim.

 


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