Médico Ayman al Zawahiri es máximo dirigente de Al Qaeda

Egipto.- Ayman al Zawahiri, un médico que sus compañeros de facultad de la Universidad de El Cairo calificaban como un hombre tímido y de pocas palabras, se ha convertido en el máximo dirigente de Al Qaeda, el entramado terroristas más temido por gobiernos de oriente y occidente.

‘La dirección general del grupo Al Qaeda al Yihad, tras haber completado las consultas, anuncia que el jeque doctor Abi Mohamed Ayman al Zawahiri asume la responsabilidad de gobernar el grupo y pide a Alá que le dé suerte a él, a nosotros y a todos los musulmanes para que trabajemos con su sharia (ley)’ aseguraba un comunicado de esta organización difundido hoy por varias páginas islamistas.

Con estas palabras, Al Zawahiri, nacido en 1951 en el seno de una familia de clase media en el barrio cairota de Guiza, ha sido reconocido como la máxima autoridad de la organización islamista dirigida hasta el pasado 1 de mayo por Osama Bin Laden, muerto en una operación militar estadounidense en Pakistán, en las cercanías de la ciudad de Pesháwar.

Su primer encuentro con Bin Laden, de quien durante años fuera su más próximo colaborador, tuvo lugar en 1985 en Pesháwar, que está cerca de la frontera con Afganistán y donde coincidieron para organizar el traslado de 20 mil combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética de este último país.

De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul, y origen del ‘Frente Islámico Mundial’ para combatir a los ‘cruzados’ y a los ‘judíos’, cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.

Precisamente, el comunicado que hoy lo reconoce como el ‘número uno’ de Al Qaeda insiste en que la red que dirige ‘continuará su lucha contra los atacantes de los hogares del islam encabezados por la América cruzada y su hijastra israel’.

En 1979 se casó con Azza Nawira, descendiente de una acaudalada familia del sur de Egipto, país en el que vivieron hasta 1984, y en el que nació su primera hija Fátima.

Ya adolescente, su nombre estuvo asociado a los militantes islámicos. Con 15 años fue detenido, acusado de pertenecer a los entonces proscritos Hermanos Musulmanes, y más tarde se uniría al grupo terrorista Yihad (Guerra Santa), nacido en Egipto a finales de los años 60.

La primera acción terrorista que se le imputa es haber participado en 1981 en el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo, por lo que pasó tres años en la cárcel.

Tras ser liberado, comenzó un periplo que lo llevó a Arabia Saudí, centro de difusión del islam más rigorista, purista e intransigente y a Pakistán, donde en Pesháwar prestó ayuda a los combatientes que luchaban en Afganistán y se unió al fundador de Al Qaeda.

A comienzos de los noventa, siguió a Bin Laden a Sudán cuando éste se estableció en Jartún tras ser expulsado de Arabia Saudí. A mediados de dicha década, Al Zawahiri viajó, muy posiblemente, a Estados Unidos y Reino Unido, utilizando siempre pasaportes falsos y en busca de donaciones para su grupo.

En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un vídeo, en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.

Dos años después, el departamento de Estado norteamericano le adjudicó el liderazgo de ‘las Vanguardias de la Conquista’, un grupo escindido de la ‘Yihad’, vinculado en un principio al asesinato de 59 turistas en Luxor (Egipto), en 1997.

Tras la muerte ese mismo año, en atentado, de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden, Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de ‘Al Qaeda’, en Afganistán.

Un año después, fue uno de los firmantes de la fetua (edicto religioso) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.

En 1999 fue inculpado por EU, junto con Bin Laden, y catorce presuntos miembros de su red, de los atentados perpetrados en 1998 contra las embajadas de EU en Tanzania y Kenia, que causaron unos 240 muertos.

Ese mismo año Ayman y su hermano Mohamed fueron condenados a muerte en rebeldía en Egipto en un macrojuicio contra yihadistas denominado el caso de los ‘procedentes (retornados) de Albania’, pues varios acusados de planear atentados en Egipto fueron entregados por ese país.

Un acusado declaró que el grupo recibía instrucciones del emir Zawahiri, que se hallaba en Afganistán junto a Bin Laden.

Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de acciones terroristas en Egipto y de ser ‘una de las cabezas de Al Qaeda’.

Desde entonces, vive escondido, presumiblemente en algún entre Afganistán y Pakistán y ha aparecido con cada vez con mayor frecuencia en vídeos y grabaciones difundidas por páginas islamistas comentando la actualidad y recordando su permanente compromiso en la lucha contra los que consideran los enemigos del islam.

Por su captura cuando era ‘número dos’ de Al Qaeda, Washington ofrecía 25 millones de dólares de recompensa.


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