Medellín: capital de la moda y el turismo
Hace unos días la ciudad de Medellín se posicionó como uno de los destinos turísticos más visitados en Colombia, compitiendo fuertemente con destinos como Cartagena, Barranquilla o Bogotá. Con el lema: Medellín, aquí todo florece, el municipio tiene el objetivo de ser certificado por SEGITTUR, entidad española, como un Destino Turístico Inteligente (DTI) en donde se planea el desarrollo del turismo de la ciudad por medio de los ejes de gobernanza, innovación, tecnología, sostenibilidad y accesibilidad.
Y es que ahora que el sector del turismo empezó a cobrar mayor relevancia para el Gobierno Nacional, los diferentes territorios hacen una apuesta cada vez mayor a uno de los pocos sectores tradicionales que crecerán aceleradamente en la próxima década. El turismo como fenómeno social y sobre todo territorial se reinventó con la pandemia, pero ya lo venía haciendo desde hace unos años. Pero es con la post pandemia que el turismo de experiencias cobra mayor valor y relevancia y es la apuesta para la competitividad. La mayor apuesta es hacia el turismo experiencial o también especializado, en donde se valoran las experiencias, contrario al turismo tradicional de sol, descanso y playa.
Es por esto por lo que atractivos turísticos como la Comuna 13 de Medellín, en donde la experiencia está relacionada al muralismo o grafitur y a los acontecimientos sociales y culturales que marcaron la era de los falsos positivos, se han convertido en el principal atractivo turístico de la capital antioqueña. Lo que se conoce como el arte urbano que puede apreciarse allí, con muestras en mitad de la calle de break dance, rap, museos y cafés, se acompaña junto a una oferta gastronómica de comida típica como el restaurante de Las Berracas, que es administrado por mujeres que se ganaron este nombre después de mostrar su resiliencia a la violencia vivida hace unos años en la comuna.
La otra apuesta al turismo de negocios y eventos o salud y belleza que hizo Medellín impulsada por los gremios tradicionales del turismo, ahora se complementa con una nueva oferta innovadora y auténtica de atractivos como lo son Comuna 13, el Parque Arví o la oferta de turismo de naturaleza que ofrece el corregimiento de Santa Elena en donde hay un direccionamiento hacia el agroturismo, ecoturismo y el turismo comunitario. Algo especial de estos atractivos es la gestión local que es posible gracias a la apropiación de sus habitantes, quienes no solo hacen parte de la cadena de valor del atractivo, sino también, deciden y actúan sobre las decisiones de gestión turística del atractivo donde además viven.
Sin embargo, con el surgimiento de nuevos atractivos y experiencias, otros atractivos empiezan a ser menos interesantes, principalmente cuando no hay una clara gestión local y sentido de apropiación. Atractivos como el Pueblito Paisa y el Parque Berrío, también conocido como el Parque Botero, los cuales son gestionados principalmente con la ayuda de la Subsecretaría de Turismo de Medellín, son menos innovadores. En estos atractivos, la oferta de actividades es rutinaria y producen menos experiencias. Esto muestra un desaprovechamiento y decaimiento de los atractivos, sobre todo cuando la percepción de seguridad de los turistas se ve afectada por impactos como la explotación sexual y la venta y uso de sustancias alucinógenas que es común ver en el Parque Berrío.
Con la nueva propuesta de planeación turística de Medellín como Destino Turístico Inteligente se espera que la información sea una de las herramientas para la toma de decisiones, así como una estrategia que favorezca la participación de las comunidades locales en la propuesta de nuevos atractivos turísticos basados en la experiencia que estos puedan dejar en los visitantes.
Fuente: https://www.elespectador.com/