Los dos mundos de Alejandro

El flamante director general del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), doctor Alejandro Herrera, llega a esa importante posición pública en una coyuntura histórica que, de acuerdo a sus actuaciones, lo podrían catapultar a jugar roles estelares en el porvenir, o por el contrario condenarlo al ostracismo.

Y esto dependerá en gran medida de cómo perciba y reaccione ante los dos mundos, muy distantes por cierto de los descritos por el filoso griego Platón, tan disímiles que le serán descritos; porque la realidad sólo es una.

Mientras funcionarios, empleados y suplidores, que han encontrado en el IDAC el instrumento para lograr su País de Las Maravillas, le dirán que contamos con uno de los mejores sistemas aeronáuticos del mundo.

En cambio, tres cuarta parte de una isla que vive del turismo y no tiene una sola gran aerolínea, casi en la quiebra la totalidad de las pequeñas existentes, excelentes pilotos y técnicos aeronáuticos viviendo en la miseria; y una autoridad de aviación civil que tiene más empleados que todas sus empresas aéreas, quizás con la honrosa excepción de la no totalidad de la empleomanía de los aeropuertos.

Pero vendrá el chantaje, sobre todo de aquellos que se atribuyen el logro de una Categoría I en la cual se vino trabajando desde el mismo año 1994, hasta por lo cual recibieron homenajes personas sin ningún crédito para ello; sin dejar de reconocer los méritos del desaparecido y siempre bien recordado licenciado Norge Botello Fernández, quien logró armonizar los encontrados intereses que durante catorce años nos mantuvieron en esa denigrante condición.

Tampoco faltarán las insaciables demandas de nuestros abnegados controladores aéreos, a pesar de un muy reciente aumento salarial y de las dietas que, lógicamente, los favoreció más que al resto del personal técnico y administrativo del IDAC.

No se quedará atrás una nueva legión de pseudocientíficos, algunos amparados en que son “dueños de procesos” de la ISO 9000-2008 y otras normas internacionales de calidad; no obstante desconocer lo más elemental de la aviación, y probablemente haber olvidado la física básica del bachillerato que les permita entender el funcionamiento de un compás magnético.

Doctor Herrera, como un hombre joven y muy bien preparado, escuche, analice, y actué. Recuerde que nadie es imprescindible, y que a pesar de contar usted con amplio historial en la administración pública, este es su primer vuelo como capitán al mando; en tal virtud, no se puede dar el lujo de fracasar.

Como colofón, sinceras disculpas por este llamativo titulo que probablemente hizo cavilar a algunos de nuestros distinguidos e ilustrados lectores que el contenido trataría sobre los intentos del insigne conquistador macedonio Alejandro Magno de unificar las culturas oriental y occidental.


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