Los científicos han observado por primera vez cómo una estrella devora un planeta

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La Tierra tiene muchos, muchos años por delante -unos 5.000 millones, según las mejores estimaciones-, pero su final (cuando llegue) no será agradable. En ese momento, el núcleo de nuestro Sol se quedará sin el hidrógeno necesario para la fusión nuclear. Este agotamiento del hidrógeno hará que el núcleo, ahora rico en helio, se fusione en carbono. El núcleo del Sol se hará más denso y la estrella se expandirá 100 veces hasta convertirse en lo que se denomina una Gigante Roja, devorando cualquier planeta que encuentre en su camino.

Esta hipótesis catastrofista ha sido durante mucho tiempo una obra maestra del nihilismo cósmico pintada con cálculos matemáticos y nuestros conocimientos de física nuclear. pero ahora los científicos pueden añadir la “observación directa” a la mezcla. Los astrónomos anunciaron recientemente que, a 12.000 años luz de distancia, habían sido testigos por primera vez de cómo una estrella devoraba un planeta del tamaño de Júpiter. Los resultados se publicaron en la revista Nature.

Como señaló The New York Times, en todo el universo se pueden encontrar pruebas de fenómenos similares de “engullimiento planetario”, ya que las estrellas parecen verse frecuentemente oscurecidas por materia planetaria.

Pero ésta es la primera vez que los científicos captan a una estrella en el acto. Una escalofriante animación de Caltech capta esta deslumbrante espiral de la muerte cuando la estrella, similar al Sol, consume el planeta en su totalidad.

“Este es el destino final de la Tierra”, dijo a NYT Kishalay De, coautor y becario Einstein de la NASA en el MIT.

“Estamos viendo realmente con qué se va a encontrar la Tierra dentro de 5.000 millones de años”.

Los científicos tuvieron suerte de poder ver este festín cósmico. En mayo de 2020, De estaba utilizando la Swicky Transient Facility en el Observatorio Palomar en California en un esfuerzo por encontrar explosiones estelares llamadas novas rojas. En su lugar, se topó con una extraña firma luminosa que emanaba de una estrella llamada ZTF SLRN-2020 (un nombre que sólo a un astrónomo podría gustarle). Al comparar los espectros de la estrella con otras mediciones de observatorios terrestres y datos infrarrojos anteriores del telescopio espacial NEOWISE de la NASA,

De vio que ZTF se había iluminado en el infrarrojo casi un año antes de que descubriera su extraña señal luminosa.

Esto prácticamente confirmó que alrededor de la estrella se estaba formando polvo, que emite luz infrarroja. En otras palabras, los astrónomos fueron testigos de una estrella a medio comer.

“Muy pocas cosas en el universo brillan en luz infrarroja y luego brillan en luz óptica en momentos diferentes”, dijo De a la NASA. “Así que el hecho de que NEOWISE viera el brillo de la estrella un año antes de la erupción óptica fue fundamental para averiguar de qué se trataba este evento”.

Cuando el planeta condenado rozó la superficie de ZTF, arrojó el gas caliente de la estrella al espacio, donde acabó enfriándose y convirtiéndose en polvo. El estallido de luz óptica inicial duró 10 días, y la estrella siguió emanando un extraño resplandor durante seis meses mientras consumía el material planetario.

El momento elegido para captar este primer engullimiento planetario no podría ser mejor. Ahora que los científicos tienen una idea de cómo es este proceso, puede ayudar a informar futuros intentos de encontrar fenómenos similares. Esto será especialmente importante cuando entre en funcionamiento el Observatorio Vera C. Rubin en 2025, que permitirá a los científicos escanear el cielo nocturno como nunca antes. Quizá el ZTF ayude a los astrónomos a comprender el destino de otros sistemas estelares que presenten una contaminación química similar, indicativa de engullimiento planetario en el pasado.

En cuanto a lo que toda esta investigación arroja sobre el fin de nuestro propio planeta, bueno, tal vez sea mejor no pensar en ello.

Fuente: https://www.esquire.com/