Liberación de cinco rehenes de la guerrilla Farc es señal de diálogo en Colombia
Bogotá.- La liberación unilateral de cinco rehenes de la guerrilla FARC prevista esta semana en Colombia y a la que podrían seguir otras en los próximos meses es vista como una buena señal hacia un eventual diálogo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.‘Hay un muy buen ambiente, no sólo de parte del gobierno sino también de las FARC y del ELN (Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla de Colombia). Creo que éste es el inicio de una gran campaña por la paz’, dijo Piedad Córdoba, mediadora en este proceso, poco antes de viajar el lunes a Brasil, donde buscará los dos helicópteros para el operativo de liberación.
Las FARC ofrecieron el pasado 8 de diciembre entregar a Córdoba a un policía, dos militares y dos concejales, secuestrados entre 2007 y 2010, lo que constituiría las primeras liberaciones unilaterales de rehenes de esa guerrilla en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en el poder desde agosto.
Según Córdoba, estas liberaciones serían un primer paso para que a mediados de año las FARC hayan entregado al total de 19 policías y militares que mantienen cautivos con el planteamiento de canjearlos por guerrilleros presos.
‘Me mantengo en mi postura, creo en las liberaciones. Hablo de los 16 (policías y militares) que quedan en poder de las FARC’, afirmó Córdoba.
Para el analista Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, ‘la liberación de más rehenes podría marcar una diferencia’ con anteriores procesos de este tipo.
‘Podría ser una apuesta de las FARC para mejorar las condiciones ante una posible mesa de diálogo’, dijo Rangel a la AFP, al considerar que ‘si Córdoba pone un plazo podemos suponer que tiene información para hacerlo’.
También Alvaro Villarraga, de la Fundación Cultura Democrática, opinó que ‘la liberación de todos los secuestrados levantaría muchos escollos para un diálogo’.
‘Estamos ante un primer acuerdo (para la entrega de los cinco rehenes) del gobierno de Santos con la guerrilla, y eso es importante. Sin embargo un proceso de paz quizás va a demorar, pues hay exigencias humanitarias justas de parte del gobierno’, dijo Villarraga a la AFP.
León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, que estudia el conflicto armado en Colombia, opinó de su parte que con el gobierno de Santos ‘hay un mejor ambiente y buenas señales’ para una negociación de paz.
‘El gobierno tiene canales abiertos con las FARC y el ELN. Para estas liberaciones el gobierno no puso ninguna objeción a la mediación de Córdoba, ni la guerrilla a la designación (del delegado presidencial) Eduardo Pizarro. Son buenos signos’, aseguró Valencia a la AFP.
Córdoba, quien desde 2007 ha mediado en la liberación unilateral de 14 rehenes de las FARC, fue destituida de su cargo de senadora en noviembre, luego de que la Procuraduría (justicia administrativa) la sancionó por considerar que se había extralimitado en esas funciones.
Sobre la posibilidad de un diálogo, el delegado Pizarro aseveró este lunes que el gobierno evaluará ‘con mucha seriedad las condiciones políticas para tener la certeza de que un proceso de paz es viable, con resultados’.
Según Pizarro, las FARC tendrían que reunir ‘una serie de condiciones básicas para rescatar la credibilidad, como la liberación de todos los secuestrados, el cese de acciones que están conduciendo a la muerte de muchos civiles, y que tengan la voluntad de negociar la paz para culminar en una verdadera reintegración a la vida civil’.
El último intento de negociación de paz con la guerrilla colombiana se produjo durante el gobierno del conservador Andrés Pastrana (1998-2002), sin éxito.
Además de las guerrillas, activas desde hace más de 40 años, el gobierno colombiano tiene abierto un nuevo frente, que en la actualidad considera como el principal desafío a la seguridad, con nuevas bandas criminales integradas por narcotraficantes y ex paramilitares de extrema derecha que operan en al menos 16 de las 32 provincias del país.