¿Las moscas pueden picarnos? Esto es lo que dice la ciencia
La llegada del verano y el calor trae siempre consigo nuevos inquilinos con los que debemos convivir hasta el retorno del frío: los insectos. No es que existan solo en esta época del año, pues en realidad convivimos con ellos todo el tiempo, solo que es ahora cuando salen a la superficie visible por los humanos, mientras que en otro momento permanecen allá donde no les vemos (bajo el suelo, tras las paredes…). Todos tienen su aquel que no nos hace ni pizca de gracia, pero probablemente los mosquitos son los más insoportables por sus picaduras.
A estos les siguen las moscas, que parecen perseguirnos y pasárselo en grande dando vueltas alrededor de nosotros con su peculiar sonido en el vuelo. En cambio, aunque son especialmente pesadas, parecen inofensivas. Mientras el mosquito nos puede causar miedo, las moscas nos dan asco. Sin embargo, ¿deberían también asustarnos? ¿Es verdad que las moscas no pican?
La respuesta está en su fisionomía, pero como sabemos que lo último que quieres es acercarte mucho a una mosca y observarla detenidamente, te lo explicamos aquí para que no tengas que hacerlo:
Por qué no pican
En efecto, las moscas, por lo general, no pican. Para empezar, las moscas adultas no están preparadas para esta tarea porque no tienen partes bucales adecuadas para morder y chupar sangre humana o animal.
Además, a la mayoría de las moscas lo que de verdad le gusta son las fuentes de alimento (bueno, eso que ellas consideran alimento), como cualquier cosa en descomposición, los desechos y otra materia orgánica sujeta a putrefacción. En otras palabras: no están interesadas en la sangre humana.
Eso sí, aquello entre lo que crecen estos insectos voladores los convierte en otra forma de diminutos depredadores, ya que son con facilidad vectores de gérmenes y otras bacterias que traen consigo enfermedades.
Algunas sí pueden
Pero recuerda que hemos dicho que, por lo general, no pican. Eso quiere decir que algunas especies de moscas sí lo hacen. Llamadas “moscas mordedoras”, son, como su nombre indica, capaces de picar a humanos y animales para alimentarse de su sangre. Es el caso de los tábanos y las moscas negras, por ejemplo.
El tábano, una mosca enorme y picadora, se encuentra principalmente al aire libre, especialmente en las zonas rurales, donde las encontraremos acosando a animales como caballos o vacas. La mosca negra, por su parte, es algo más pequeña, y generalmente habita cerca de zonas acuáticas (lagos, arroyos, ríos…).
Estos dos tipos de moscas mordedoras sí tienen piezas bucales adaptadas para morder y alimentarse de sangre. De hecho, sus picaduras pueden ser dolorosas y causar picazón en la piel e incluso reacciones alérgicas en algunas personas.
Y no solo ellas, también la mosca tsetsé puede picar (y de qué manera). Se trata de una especie de mosca originaria del África subsahariana. Se sabe que el insecto es un vector de la tripanosomiasis humana (o animal), también llamada enfermedad del sueño, una condición parasitaria grave que puede incluso ser fatal si no se trata rápidamente. La mosca tsetsé no pica de la misma manera que los mosquitos o las moscas picadoras: inflige una picadura dolorosa al transmitir el parásito responsable de la enfermedad del sueño.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/