Las Islas Galápagos y su modelo de turismo sostenible

Las Islas Galápagos, ubicadas a unos 1,100 km de la costa de Ecuador, han sido el epicentro de una política ambiciosa de conservación durante décadas. El archipiélago, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un santuario de biodiversidad único en el mundo y ha implementado medidas estrictas para proteger su fauna y flora de los efectos del turismo masivo.

En 2023, Ecuador firmó un acuerdo histórico de “canje de deuda por naturaleza”, lo que permitió reducir su deuda a cambio de compromisos medioambientales. Este acuerdo busca proteger el ecosistema de las islas, combatiendo la sobrepesca y estableciendo zonas de protección.

El país ha liderado iniciativas clave para preservar sus recursos naturales. Además del acuerdo en Galápagos, Ecuador ha tomado decisiones importantes, como detener la explotación de un campo petrolero en el Parque Nacional Yasuní y prohibir proyectos mineros en el Chocó Andino, otra reserva de biodiversidad. Estas medidas forman parte de un enfoque a largo plazo que prioriza la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.

El turismo en Galápagos se basa en la calidad y no en la cantidad. El acceso al archipiélago está controlado, con requisitos estrictos de entrada y limitaciones en la cantidad de turistas. Desde agosto de 2023, la tarifa de entrada se duplicó a $200, y los turistas deben firmar un compromiso para respetar la biodiversidad. El enfoque está en minimizar el impacto ambiental, con solo el 3% de las islas accesible para los visitantes, mientras que el 97% restante es territorio protegido.

Otro ejemplo de innovación es el primer aeropuerto ecológico del mundo, ubicado en la isla de Baltra, que es autosuficiente gracias al uso de energía solar y eólica. Este esfuerzo refleja el compromiso de Ecuador de crear un turismo sostenible y de bajo impacto, alineado con la preservación de la naturaleza y el bienestar de las comunidades locales.

Las medidas tomadas por el gobierno han permitido que la fauna de Galápagos se mantenga en su hábitat sin perturbaciones. A diferencia de muchos otros destinos, en estas islas los animales no ven al ser humano como una amenaza. Esta convivencia armoniosa es fruto de décadas de regulación y esfuerzos por preservar el equilibrio ecológico, lo que ha convertido a Galápagos en el parque nacional mejor conservado del mundo.

El éxito del modelo de turismo sostenible en las Galápagos está sirviendo de inspiración para otras regiones, y Ecuador espera aplicar políticas similares en sus 56 parques nacionales restantes.

Fuente: https://www.caribbeannewsdigital.com/


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