La posible existencia de portales que permiten viajar hacia atrás en el tiempo

Aunque por ahora solo existen en el plano teórico, los agujeros de gusano son unos fenómenos físicos que han cautivado desde hace décadas a los científicos. Ahora, un nuevo estudio se ha centrado en un extraño tipo de agujero de gusano con forma de anillo que, según los investigadores, tiene unas características peculiares que lo podrían convertir en una máquina del tiempo que permita viajes al pasado.

Los puentes de Einstein-Rosen o agujeros de gusano son una especie de túneles que conectan dos puntos separados del espacio-tiempo. Esto se debe a uno de los principios clave de la relatividad general de Einstein, que sostiene que el espacio puede moldearse mediante distintos fenómenos, como pueden ser los potentes campos gravitatorios producidos por objetos masivos como las estrellas. De hecho, esa distorsión puede llegar a ser tan fuerte que puede llegar a acercar dos puntos del espacio entre sí, aunque estén muy alejados.

Los agujeros de gusano son teóricamente posibles en el universo, pero todavía no hemos llegado a observarlos ni tenemos certeza de que existan en realidad. Lo que sí hemos conseguido, aunque algunos físicos no se lo acaban de creer del todo, es simularlos mediante ordenadores cuánticos. Además, si Hatim Salih —investigador honorario del Laboratorio de Ingeniería de Tecnología Cuántica de la Universidad de Bristol— tiene razón, también seremos capaces de construirlos aquí mismo en la Tierra cuando tengamos la tecnología necesaria.

Una teórica máquina del tiempo

Sin embargo, no todos los agujeros de gusano tienen por qué tener esa aparente forma de túnel. En 2016, se propusieron los agujeros de gusano en forma de anillo, una variante plana de este fenómeno que no tiene materia entre sus entradas, lo que lo hace menos peligroso de atravesar que los convencionales.

Ahora, un nuevo estudio aceptado en la revista Physical Review D asegura que los objetos que pasen a través de él podrían viajar en el tiempo hacia el pasado. Para sus cálculos, los investigadores se han basado en modelos anteriores de agujeros de gusano transitables y han partido de uno que puede estar situado en un campo gravitatorio débil, es decir, sin la influencia de estrellas o planetas cercanos.

Los investigadores Valeri Frolov y Andrei Zelnikov, de la Universidad de Alberta, en Canadá, y Pavel Krtouš, de la Universidad Carolina, de Praga, aseguran en su artículo que “este proceso transforma inevitablemente un agujero de gusano con forma de anillo en una máquina del tiempo”.

Para conseguir viajar en el tiempo, dicen los investigadores, la entrada del agujero de gusano tiene que estar situada en un campo gravitatorio superior al de la salida, quedando una de las partes cerca de mucha materia y la otra no. En ese caso, y debido a un efecto de la relatividad general conocido como la dilatación gravitacional del tiempo, los dos lados del agujero experimentarían el paso del tiempo a un ritmo diferente, sostienen los investigadores.

El equipo asegura que cuando un agujero de gusano de este tipo se forma por primera vez, no puede funcionar como máquina del tiempo, pero que con el paso del tiempo se acabará convirtiendo en una. “Matemáticamente, puedes ir al pasado y que tu yo más viejo y tu yo más joven se encuentren”, explica Zelnikov en declaraciones para New Scientist. “Hay muchos problemas de paradojas lógicas, pero matemáticamente no hay contradicciones”.

Un portal temporal que se autodestruye

Una vez establecido que se puede viajar en el tiempo a través de un agujero de gusano en forma de anillo, la pregunta es si es posible sobrevivir a ese tránsito. Los investigadores aseguran que sí, pero que tiene que hacerse muy rápido. “Podrías pasar sin darte cuenta de que has ido a otro universo”, afirma Zelnikov.

Sin embargo, según algunos trabajos anteriores, si alguna vez se llega a formar un objeto que permita viajar en el tiempo, como sugieren los investigadores, los efectos cuánticos lo destrozarían inmediatamente. “Puede que sea imposible, si se tienen en cuenta los efectos cuánticos, pero nadie sabe cómo tener en cuenta los efectos cuánticos en el espacio-tiempo”, afirma Zelnikov. “Si [los agujeros de gusano en forma de anillo] no existen, podría ser porque los efectos cuánticos los hicieron estallar”.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/


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